El otoño ya se ha instalado, aunque las temperaturas se resistan a bajar del todo. En la calle aparecen gabardinas, botas y jerséis de punto que nos recuerdan que la estación más melancólica y elegante del año avanza. Para mí, una de las primeras transformaciones llega con el neceser: en cuanto los días se vuelven más cortos y el ambiente más otoñal, guardo los perfumes frescos de verano y recupero la intensidad más cálida.
En este cambio estacional, dejo atrás los cítricos vibrantes y me dejo llevar por acordes más envolventes, profundos y con una personalidad que se fija en la piel de forma duradera. He tenido la suerte de probar varias propuestas de firmas que se alejan de lo comercial y, aunque la temporada apenas comienza, ya tengo tres fragancias que se han ganado un lugar privilegiado. Son singulares, sofisticadas y muy diferentes entre sí. Eso sí: todas tienen algo en común, son perfumes de otoño que tienen una pinta brutal (y que sobrepasan las expectactivas).
Perfumes de otoño con los que desmarcarte de los demás sin dejar a un lado la elegancia
Forbidden Words Alfaaz-e-Mamnooah de Sasva

El primero de mi lista es Forbidden Words Alfaaz-e-Mamnooah de Sasva, una composición lanzada en 2022 por Jordi Fernández. Lo que me atrapó desde el inicio fue la manera en la que juega con contrastes: notas de tabaco, lima y pimienta rosa que logran un arranque vibrante, especiado y ahumado. En el corazón aparece la cremosidad de la vainilla junto con oud y cedro, aportando cuerpo y misterio. El fondo, con ámbar, pachuli y cuero, se convierte en una estela elegante y seductora, ideal para tardes y noches otoñales. Me gusta porque no es un aroma que solemos oler por la calle. De hecho, se aleja de los clichés y ofrece una lectura contemporánea de los perfumes amaderados (y duraderos) con los que perderás el sentido de lo rico que huelen. Su precio es de 175 euros en Danbel.
Velvet Morganite de Attar Al Has

El segundo elegido es Velvet Morganite de Attar Al Has, un tesoro olfativo que me conquistó por su faceta frutal, pese a no ser muy fanática de esta familia olfativa en días fríos. Arranca con melocotón, coco y naranja, una apertura jugosa y un tanto golosa, pero que rápidamente evoluciona hacia un bouquet floral de osmanthus, freesia, rosa, iris y muguet. El secado es un deleite gracias al baile de almizcle, sándalo, vainilla, ámbar, cedro y praliné. Lo interesante es que rompe esquemas: estamos ante uno de los pocos perfumes afrutados aptos para otoño, dado que transmite calidez, dulzor y un punto floral. Cuesta 245 euros en Nasopia.
Existence de Amouage

Por último, quiero hablar de Existence de Amouage, una creación firmada por Quentin Bisch que ha logrado cautivarme por completo. Su salida combina aldehídos con lirio de los valles y rosa, creando una apertura radiante, limpia y sofisticada. En el corazón, el incienso y el labdanum aportan una profundidad casi mística, mientras que el fondo de almizcle blanco, benjuí y ámbar gris asegura una estela prolongada y envolvente. En realidad, hablamos de uno de esos perfumes florales nada típicos que merece la pena probar, porque aunque el lirio y la rosa están presentes, se integran de manera original con notas profundas como el ámbar gris o el labdanum. Su precio es de 365 euros en Isolée.