El otoño siempre ha tenido sus clásicos aromáticos: especias como la canela, notas de madera oscura, vainillas golosas y fondos de ámbar que envuelven la piel. Sin embargo, la perfumería actual no deja de reinventarse, y entre las familias olfativas que se han ganado un lugar destacado, el café brilla con fuerza. Esta materia prima, tan ligada a nuestra rutina de primera hora de la mañana (y de la tarde), se ha convertido en un ingrediente estrella que aporta carácter y profundidad a composiciones que van desde la colonia más asequible hasta el perfume de nicho más sofisticado. Un aroma tostado, cremoso y adictivo que conquista a quienes buscan sensaciones cálidas, profundas y memorables.
La historia de esta nota comienza con un vínculo directo con nuestra memoria olfativa. El café se asocia a la calidez de un hogar, al placer del primer sorbo por la mañana o a la energía de una sobremesa de domingo. En perfumería, este grano tostado aporta matices ahumados, dulces y ligeramente amargos que equilibran fórmulas dominadas por flores, especias o maderas. De hecho, si algo caracteriza a los perfumes amaderados (y duraderos) con los que perderás el sentido de lo rico que huelen es que, cuando se combinan con café, alcanzan un nivel de complejidad todavía mayor.
A día de hoy, es un acorde que se puede llevar en infinitas versiones: desde una colonia económica de Zara que apuesta por la suavidad de un café con leche, hasta un perfume exclusivo que combina granos tostados con vainilla de Madagascar y acordes ambarados de lujo absoluto. Por eso, si te gusta el café tienes que probarlo en su faceta perfumística.
El aroma único del café hecho perfume
Blush Coffee, la colonia de Zara
Blush Coffee es una propuesta low-cost pensada para las que buscan un punto cálido sin renunciar a la frescura. Cuesta 17,95 euros por 100 ml y la marca lo describe como un cremoso café latte espolvoreado con vainilla y envuelto en pétalos de rosa. La sensación es la de una mousse delicada, con la suavidad de un bouquet floral y el toque estimulante de un espresso recién hecho. Elegante y dulce, su carácter aterciopelado convierte esta colonia en una aliada de diez para los primeros días fríos. Además, funciona como puerta de entrada al universo de las fragancias de café sin exigir una gran inversión.
The Scent For Her Absolute de Hugo Boss, la apuesta de diseñador
En la categoría de perfumes de firma reconocida destaca The Scent For Her Absolute de Hugo Boss. Creado por la nariz Louise Turner, este eau de parfum tiene un precio de 77,99 euros por 50 ml en Sephora y resulta un excelente ejemplo de cómo el café puede convivir con frutas jugosas y maderas profundas. Sus notas de salida combinan miel y melocotón, el corazón está dominado por el café, y la base mezcla vainilla y vetiver. El resultado es una fragancia con personalidad, ideal para las amantes de lo sofisticado. Su dulzura inicial se equilibra con la intensidad de los granos tostados, generando una estela envolvente y cálida que encaja a la perfección con los meses más oscuros del año.
White Coffee de Toni Cabal, el perfume nicho de la selección
Finalmente, en el territorio de la alta perfumería encontramos White Coffee de Toni Cabal, una propuesta de autor que tiene un coste de 175 euros el frasco de 100 ml. Aquí el café alcanza un protagonismo absoluto dentro de una fórmula rica y repleta de contrastes: bergamota italiana en la salida, un corazón de caramelo y lirio de los valles, y un fondo adictivo con café, vainilla de Madagascar y acordes ambarados. El resultado es una fragancia opulenta, sofisticada y llena de matices, que atrapa a cualquier fanática de la perfumería nicho.
