Siempre he sentido una fascinación profunda por el oud; en realidad, se ha convertido en una de mis notas predilectas dentro de la perfumería, aunque reconozco que no se trata de un ingrediente sencillo. Su origen se remonta a resinas oscuras y maderas heridas que, con el paso del tiempo, desarrollan un carácter denso, casi animal. Hay personas que lo adoran y otras que se intimidan ante su potencia, y lo entiendo perfectamente, ya que su historia está ligada a rituales ancestrales y a una tradición olfativa que no busca agradar a la primera. Para mí, esa misma complejidad lo vuelve fascinante. Durante años lo reservé para noches especiales, hasta que he descubierto un perfume que equilibra su lado salvaje con la suavidad aterciopelada de la violeta.
A pesar de su aura desafiante, la madera de agar se ha convertido en uno de los ingredientes más lujosos y exclusivos del mundo, una materia prima capaz de transformar por completo la identidad de una fragancia. Eso sí, siempre se ha asociado a composiciones densas y complejas, poco pensadas para una jornada laboral. De hecho, nunca había sentido que encajara en mi día a día hasta que he probado Ianthe Oud de Liberty LBTY, una creación que modula su naturaleza potente con un trazo empolvado sorprendentemente sutil. Su delicadeza no resta personalidad; al contrario, la realza con elegancia británica.
El perfume de oud que puedo llevar a la oficina sin dudarlo ni un momento
Ianthe Oud de Liberty LBTY, la delicadeza hecha fragancia
Al probarla por primera vez, entendí inmediatamente por qué se ha convertido en uno de los grandes éxitos de la marca inglesa en España. Su salida mezcla mirra, bergamota y mimosa, un trío que envuelve la piel con una luminosidad muy fresca. La mirra aporta una presencia serena, ligeramente resinosa. La bergamota añade chispa y la mimosa introduce una suavidad cálida que prepara el terreno para un corazón donde la violeta cobra protagonismo. En el centro laten la violeta, el cedro y el guayaco, una sinfonía que crea un efecto empolvado, refinado y lleno de matices. La violeta suaviza la composición, dando un toque atalacado, el cedro introduce una arista nítida que estructura el conjunto y el guayaco aporta una sombra ahumada que insinúa profundidad.
Entre las notas de base se encuentran oud, olíbano, pachulí, cuero y más mirra, un conjunto que sostiene la fragancia con un poso elegante y envolvente. El olíbano aporta un halo espiritual, mientras que el cuero añade un matiz sofisticado que evita cualquier sensación excesivamente dulce. Me encanta que el oud aparezca en el fondo con autoridad, pero sin imponerse de manera abrupta como en otras composiciones. Ianthe Oud me conecta con la idea de bibliotecas antiguas, papeles ilustrados del Art Nouveau y tardes donde el tiempo parecía avanzar de forma más lenta. Su precio en Isolée es de 285 euros.
Otro perfume con oud que me encantan
Cinnamon Oud de Toni Cabal
Cuando deseo algo más potente, recurro a Cinnamon Oud de Toni Cabal. La apertura está dominada por la canela, radiante y cálida desde el primer instante. En l corazón conviven oud de Laos, chocolate y rosa turca. En el fondo, las maderas, la vainilla de Madagascar y el pachulí indonesio dan forma a un final sensual que permanece horas sin perder definición. El precio es de 180 euros.
