Más de cuatro millones de visualizaciones y más de 26,6 millones de horas vistas en sus primeros tres días. Estas son las brutales cifras que ha alcanzado ‘El cuerpo en llamas’, la nueva serie de Netflix basada en la historia del truculento crimen de la Guardia Urbana sucedido en 2017, cuando Pedro Rodríguez fue asesinado a manos de su novia, Rosa Peral, y el amante de ella, Albert López, condenados a 25 y 20 años de prisión respectivamente.
El caso se hizo tan mediático en la época que hay incluso dos documentales previos a este ‘true-crime’ de Netflix protagonizado por los actores españoles Úrsula Corberó y Quim Gutiérrez, quienes dan vida a los asesinos. Ambos intérpretes están hoy en boca de toda la sociedad española por su impecable actuación, pero para preparar sus papeles hubo algo a lo que tanto Úrsula como Quim se negaron.
Úrsula Corberó, que da vida a Rosa Peral, ha confesado que este es uno de los guiones más difíciles de su vida y que, antes de comenzar a rodar, marcó algunos límites. El primero fue negarse a entrevistar a los asesinos reales de Pedro Rodríguez para descubrir los motivos que les impulsaron a cometer el crímen, y así poder empatizar meterse en el papel: “Tuve que marcar ciertas barreras para protegerme, para sentir que estaba alejada de la persona real y que yo estaba haciendo un personaje ficticio. Me construí mi propia coraza” explica la protagonista de ‘El cuerpo en llamas’.
Quim Gutiérrez, por su parte, también rechazó el encuentro. Además, el actor contó que el problema de interpretar a un personaje real que está preso por asesinato, le planteaba un dilema moral complicado de resolver. “La pregunta de por qué dos personas que no son psicópatas matan es el mayor quebradero de cabeza que tenemos, y que tanto a mí como a Úrsula nos persiguió durante mucho tiempo”, expresa Gutiérrez.
