En medio de nuestro ritual de belleza matutino utilizamos un elemento etéreo que, a pesar de no verse, siempre nos viste, nos identifica y, por supuesto, se hace notar: el perfume. Jean-Claude Ellena lo definía como “historia de olores” y “poesía en la memoria”. Francis Kurkdjian como “el arte que pertenece al patrimonio de la intimidad”. Y es bien cierto. Ninguna fragancia huele igual en la piel de diferentes personas, al igual que lo primero que nos evocan muchos recuerdos son olores y precisamente una de las cosas que tememos olvidar de aquellos a quienes queríamos es su aroma. Pero lo cierto, es que siempre está ahí, evocándonos personas, lugares, momentos y anécdotas.

¿Qué son los perfumes sólidos?
Los perfumes sólidos se presentan a modo de bálsamos o de barras cuya formulación se realiza a base de ingredientes como la manteca de mango y de karité, aceites de origen natural y esencias. Uno de sus mayores beneficios es que no contienen alcohol, lo que los convierte en el mejor aliado de las pieles más sensibles. Además, algunos de ellos cuentan con superfoods en su composición e incluso aceites con propiedades hidratantes, antioxidantes y regeneradoras. Por si fuera poco, son más respetuosos con el medioambiente que la mayor parte de las fragancias.
Llega la cosmética sólida
El mundo de la cosmética está viviendo una auténtica revolución y la perfumería no se iba a quedar atrás. Existe una mayor concienciación social con respecto al impacto ambiental que tiene nuestra forma de producir y de consumir. No en vano, cada vez son más las personas que buscan los logotipos de The Vegan Society o de PETA a la hora de comprar un producto, o las indicaciones Good for vegan, Good for a better planet y Good for recycling en gigantes de la belleza como Sephora, para identificar así los cosméticos que resultan más sostenibles, que son veganos o que abogan por la filosofía “cero residuos”.
Nos gustan los productos cuyas fórmulas no solo son beneficiosas para nuestro bienestar, sino que también son responsables con el planeta. Por eso mismo, la cosmética sólida y sus fórmulas más concentradas, con menos contenido en agua -o ninguna en su composición-, en muchos casos de fabricación artesanal, formulación ecológica y vegana nos han robado el corazón.

¿Cómo se aplica un perfume sólido?
¡Sencillísimo! Los puntos esenciales son las zonas de pulso, como el cuello y las muñecas, y detrás de las orejas. Si el producto tiene formato stick solo tendrás que deslizarlo en suaves movimientos circulares en cada zona. En caso de que se sea en forma de bálsamo: frótalo, acto seguido caliéntalo en los dedos y realiza la misma operación. Lo mejor es que sus envases suelen ser pequeños, fáciles de llevar en cualquier bolso e incluso en el bolsillo. Además, en algunos casos incluyen un bonito packaging recargable que podrás seguir utilizando hasta el infinito. ¿Qué más se puede pedir?
Súmate a los perfumes sólidos con estas 8 fragancias deliciosas que no puedes dejar escapar.
L’Interdit
Una de las fragancias más emblemáticas de Givenchy llega en forma de perfume sólido, un stick cuyo aspecto podría ser perfectamente el de un labial. Su formato portátil es ideal para poder aportar un toque de fragancia en cualquier momento. Revela olor a flores blancas junto con notas amaderadas de impactante sofisticación (33,90 €).

Peach Parfum
Se trata de uno de los perfumes sólidos más buscados y mejor valorados del mercado. Este producto vegano perteneciente a SOLITO -creado por KRIIM Lab.- está formulado a base de manteca de karité y aceite de coco, por lo que no sólo perfuma, sino que también hidrata y nutre. Su textura no es para nada aceitosa y se absorbe fácilmente al contacto con la piel. En la variedad Peach predomina una combinación equilibrada de notas de melocotón, naranja y coco (18,50 €).

American Cream
¿Adoras el olor a vainilla? Entonces te encantará el exquisito perfume sólido de Lush, una amalgama entre vainilla y resina de benjuí combinadas en una cremosa fórmula de la que nunca tendrás suficiente. Te encantará su aroma dulce y apetitoso (13 €).

34 Boulevard Saint Germain
Este bonito packaging recargable guarda un perfume sólido de Diptyque inspirado en la técnica de enfleurage usada en tiempos pasados para capturar el principio aromático de las flores. Su cera sin alcohol es un bálsamo perfumado que se aplica con la yema de los dedos para revelar notas amaderadas. Olor a pachulí, rosa, canela y brotes de grosella negra (54 €). Cuando se te termine, podrás comprar el pack de dos recargas de cualquiera de sus perfumes por un precio que oscila entre 32 € y 34 € para introducir en la misma cajita.

Etre Ici et Ailleurs
Un perfume sólido en stick de Sabé Masson que está disponible en la tienda de cosmética VERY COQUETA. Ha sido elaborado a base de aceite de Tamanu —cuyas propiedades son antioxidantes y regeneradoras—, manteca de mango y cera natural. Su olor dulce, empolvado y con un punto oriental, tiene notas de salida a: neroli, osmantus y bergamota. Añade notas medias a jazmín y heliotropo, un fondo de vetiver, madera preciosa, ámbar y vainilla (25 €).

Jasmine Tea
La marca Stenders tiene a la venta en Douglas varios perfumes sólidos ideales para el día a día. No contienen alcohol y se fabrican con aceites de origen natural como palmiste, ricino, almendra dulce y manteca de cacao, lo que le aporta una consistencia suave para deslizarlo fácilmente por la piel. Deja una fragancia duradera de té floral impregnada con delicados pétalos de jazmín (16,99 €).

Promegranate & Red Berries
The Body Shop lanza tres fragancias sólidas inspiradas en superalimentos y diseñadas para refrescar tu aroma en cualquier lugar y momento. En este caso se trata de la energizante Granada y Bayas Rojas, con una fusión de fragancias de bayas dulces y picantes súper veraniegas (7 €).

Nolença
Sin alcohol, con un 96% de origen natural y manteca de karité. Los perfumes sólidos de Nolença son una estupenda elección si quieres desplegar un aroma más personal. La firma tiene tres opciones disponibles: Santal -amaderado y cálido, con notas de cardamomo y papiro-, Vainilla -dulce aroma a vainilla con notas de frutos rojos y ron- y Fleur D’oranger -floral, con aroma a azahar combinado con neroli y petitgrain- (25 €).
