Hay perfumes que no solo huelen de maravilla, sino que están guardados en frascos muy especiales, creados con el más mínimo detalle, con los materiales más exquisitos y con una historia de tradición y artesanía tras de ellos. Eau de Cologne Impériale, de la maison francesa Guerlain, es uno de los mayores ejemplos. Su cuidada fragancia está custodiada por un envase único, que cuenta con años de historia y que incluso está relacionado con el pasado de una de las emperatrices más importantes de Francia.
Así que no es de extrañar que haya sido premiado como el perfume con mejor diseño en la primera edición de los Prix du Parfum de Marie Claire, celebrada el pasado 13 de diciembre en Madrid. Con estos galardones, quisimos premiar a los profesionales de la industria del perfume que han alcanzado la excelencia, gracias a la ayuda y la experiencia de un jurado compuesto por periodistas nacionales e internacionales y por expertos perfumistas.
Fue una gala llena de emociones donde todos los premiados (en este artículo puedes encontrar el listado completo de ganadores), destacaron por sus notas olfativas, por su innovación, por su espíritu unisex y, sin duda, Guerlain lo hizo con el perfume Eau de Cologne Impériale porque sobresale tanto por su contenido como por su continente. Descubre todos los secretos de este diseño custodiado por abejas a continuación.
ICONO IMPERIAL
En 1853, la esposa de Napoleón III, Eugenia de Montijo, le concedió a Pierre-François-Pascal Guerlain el máximo signo de reconocimiento, nombrándole “Perfumista oficial de su Majestad” gracias a Eau de Cologne Impériale, con rosa, flor de azahar y jazmín, que el fundador de la Maison francesa le había dedicado.
El frasco de abejas que albergaba la fragancia fue una auténtica proeza técnica diseñada por el maestro vidriero Pochet du Courval. Era semimanufacturado, una novedad para la época y un tributo al Imperio que había escogido la abeja como símbolo. Estaba inspirado en la cúpula de la columna Vendôme construida para la gloria del Gran Ejército de Napoleón I. Asimismo, la abeja se ha convertido en un símbolo de la Maison y Guerlain todavía comercializa este frasco con abejas blancas o finamente bañadas en oro.
UNA NUEVA VERSIÓN
Con sus ricas notas florales y amaderadas, la fragancia Imagine Guerlain es una de las creaciones olfativas más cuidadosamente guardadas de la Maison. Ahora, como parte de una nueva tradición festiva anual, vuelve a lanzarse en un nuevo y exquisito Frasco de Abejas. Diseñada por el joyero parisino L'Atelier Truscelli, esta serie de edición limitada rinde homenaje al símbolo de la firma, la abeja, bañada en oro, engastada a mano con 150 cristales brillantes y envuelta en una estela de estrellas resplandecientes.
Tras la fase de fundición a la cera perdida, una delicada técnica de elaboración de los metales preciosos, la abeja se pule varias veces antes de comenzar con el engaste. Es un proceso sumamente preciso en el que el joyero engasta a mano los deslumbrantes cristales. A continuación, la abeja-joya se baña en oro y se le añaden delicadas cadenas que evocan una estela de estrellas luminosas. La fragancia huele a flor de naranjo, sándalo y benjuí. Se trata de una edición limitada con 3960 piezas numeradas.
