En palabras de los expertos de Quirónsalud, un lifting facial es "un procedimiento de cirugía estética que consiste en retirar la piel sobrante del rostro y cuello para eliminar la flacidez, los surcos y las arrugas profundas. En definitiva, lo que se consigue es un efecto de rejuvenecimiento". Evidentemente, ninguna técnica de maquillaje puede lograr los efectos (a corto, medio o largo plazo) de un tratamiento realizado en una clínica estética, pero lo que sí tenemos claro es que saber jugar con las brochas y los productos de makeup puede obrar cambios significativos en nuestra apariencia sin la necesidad de salir de casa.
Como de costumbre, sentimos la necesidad de compartir todos los hacks que nos encontramos en redes sociales y que consideramos que pueden resultar de utilidad. En el caso de hoy, hablamos de una técnica de maquillaje mega sencilla que, en apenas segundo, aporta luminosidad y juventud a las mujeres que lo han probado. Otro punto a favor reside en que se necesita un único producto que toda amante beauty tiene en el neceser: un corrector líquido o en formato barra. Si eres fanática de los correctores en crema, puedes usar las yemas de los dedos o una brocha poco tupida.
La técnica para emular el efecto de un lifting utilizando tan solo un corrector es tan sencilla de hacer en casa que puede formar parte de cualquier rutina diaria. Como vemos en los videos, la clave reside en escoger un tono más claro que nuestra tez, con el fin de aportar luminosidad. Una vez que tenemos el corrector idóneo entre manos, toca dibujar una serie de líneas, en su mayoría en sentido ascendente, para destacar el pómulo, las cejas y la mandíbula (un poco al estilo contouring, pero con ciertas diferencias y menos trabajo). Cuando todas las líneas están dibujadas, difuminamos con intensidad para la diferencia de tonos en el rostro no sea demasiado evidente.
Si tienes la piel mixta o grasa, puedes sellar el corrector con una sutil capa de polvos translúcidos o del mismo tono para que el efecto lifting dure intacto varias horas. Más ahora en verano, cuando el sudor nos puede jugar alguna que otra mala pasada.
En función del resultado que busques, puedes jugar con más o menos trazos. Al fin y al cabo, es una técnica apta para "elevar" la zona del rostro que deseemos.