Lo reconozco sin titubear: mi obsesión por los perfumes va en aumento. Será por mi trabajo o porque el mundo de las fragancias es realmente adictivo, pero cada vez que paso por delante de una perfumería tengo la necesidad de entrar a ver qué descubro.
Mi colección actual de perfumes es bastante amplia, pero no se me caen los anillos al comentar que no me importa lo que cueste un aroma. Me refiero, si una colonia de 2 euros me gusta la defiendo con la misma dignidad como si llevase un perfume nicho de 500 euros.
Por supuesto, no le exijo lo mismo a una fragancia low-cost que a una del sector lujo, pero eso es otro tema que daría para un libro. Si invierto más de tres cifras en un perfume (o me lo planteo) es porque realmente estoy ante un aroma muy logrado y que no se parece a nada que haya probado nunca. En cambio, si una fragancia de menos de dos cifras huele bien y aguanta bastante, tengo más que suficiente. Como me gusta decir siempre, el éxito en la vida reside en el equilibrio.

Anoche, me di cuenta de algo: durante las últimas semanas solo he usado dos fragancias. Además, hablamos de dos aromas muy distintos tanto por sus características como por su precio. En líneas generales, soy amante de las notas dulces y amaderadas (asimismo, adoro los tintes de nenúfares), pero cada vez más encuentro el gusto por los toques frescos y cítricos. Por supuesto, el olfato se entrena, como los demás sentidos.
Al ser consciente de que, entre todas las opciones de mi tocador, tan solo estoy empleando dos fragancias, lo he tenido claro: son mis favoritas del momento. Por lo tanto, comento todas sus bondades para las amantes beauty que estén en busca y captura de novedades.
La colonia barata y dulce: 'Sonatta Dulce' de Melody

En una de mis paradas en Clarel, acabé el viaje delante de un lineal de fragancias que llamó mi atención por el sencillo diseño de los frascos y por el bajo precio de cada unidad. Entre las cinco opciones disponibles, compré la 'Sonatta Dulce' de Melody, un eau de toilette mega barato con notas de grosella negra, jazmín y pachuli.
Un aroma dulce, que no empalaga, y que cuesta 5,95 euros por 100 ml. En su momento, lo adquirí porque pensaba que era estupendo para viajar sin preocupaciones (si se pierde, tan solo he invertido 6 euros en él), pero ahora es uno de mis imprescindibles. La duración es de mediodía (unas 6-7 horas en mi caso), pero poco más le pido a una fragancia tan económica.
El perfume nicho, fresco y con toques cítricos:
'Void' de Colekt

Como ya he comentado, considero que invertir en perfumes caros es un ejercicio de estudio. Me explico, si tengo la intención de gastar mucho en un aroma, busco que sea original, distinto y que no sea una copia de otro perfume. En pocas palabras, sueño con un olor que deje a todo el mundo sin palabras.
Pese a que los aromas frescos y cítricos no son mi mayor atracción, hay un perfume que ha logrado derrumbar estos tabús. 'Void' de Colekt reúne notas de ruibarbo y menta, cítricos y albahaca cálida, minerales y madera seca de alta concentración natural que dan como resultado una fragancia realmente única. Eso sí, considero que es un aroma de primavera-verano. Aunque para gustos, colores.
El precio varía en función del tamaño, yo tengo una versión de 15 ml que no está disponible en la web de la firma, donde el tamaño de 50 ml cuesta 230 euros. Creo que puede ser un buen regalo para una beauty lover exigente.