Su mirada azul evidencia ese halo de curiosidad e introspección que transmite a los personajes que interpreta. La actriz Olivia Baglivi (Madrid, 1994) dirigió sus pasos con firmeza hacia la danza y la actuación desde muy temprana edad. Tras su éxito en Libélulas y Las niñas de cristal, la plataforma Prime Video confirma la consolidación de Baglivi al anunciar la segunda temporada de la serie Memento Mori.
¿En qué proyectos te encuentras inmersa?
Acabo de terminar de rodar Aves de corral, ópera prima de Antonio Vicent. Y los tres proyectos que le siguen aún no los puedo desvelar, pero son una maravilla y estoy deseando que me den luz verde y compartirlos con el mundo.

¿Qué papel ha sido un reto para ti?
Todos los guiones en los que me he visto involucrada tenían un personaje con un reto que abordar. Es uno de los filtros que condicionan que decida involucrarme. De mis últimos trabajos, el personaje de Erika, en Memento Mori, representa a una mujer muy compleja, con una toma de decisiones morales algo cuestionables, y que requería de un magnetismo y una fuerza muy concretas. Ahora estoy rodando Aves de corral, mi primera comedia en audiovisual, que también ha sido un reto por los tempos de la comedia.

Chanel es una firma con valores muy definidos que perduran hasta hoy, ¿qué valor es tu seña de identidad?
Trato de mirar de frente las cosas que me vienen, y de vivir con naturalidad y honestidad. En el trabajo intento buscar siempre la verdad y la poética que encierra la tragedia y lo cotidiano. Relativizar y siempre con sentido del humor.
La interpretación ha estado presente a lo largo de tu vida, pero te formaste también en ballet clásico en la escuela de Víctor Ullate. ¿Cómo influye la danza en la interpretación?
Diría que el 50 % de un personaje es el cuerpo. La respiración, desde dónde le sale la voz, cómo se mueve. Tener un control algo más elevado de mi cuerpo me da la posibilidad de contar con él como herramienta. Cuando no sé desde dónde abordar una emoción, trato de escuchar cómo tendría el cuerpo en esa escena, y sin duda es un punto de partida y un trampolín.
Te encanta la poesía. ¿Cuál es el último libro que más te ha gustado?
En cuanto a poesía se refiere, poemas en prosa de Baudelaire. Destacaría estos tres poemas Las muchedumbres, La soledad y Los favores de la luna.

¿Con quién te gustaría trabajar en el futuro?
Me gustaría que me dirigiera una mujer. En cine, Alauda Ruiz de Azúa y en teatro trabajar bajo la mirada y con algún texto de Lucía Carballal.
Has crecido en un ambiente muy proclive al arte. ¿Crees que el talento se hereda o se construye?
El talento de manera literal es la capacidad de desempeñar algo. Pero aplicado al arte, yo personalmente creo que el talento va de la mano de la autenticidad y de tu voz más personal. Para traerlo a escena y ponerlo encima de un escenario hace falta valentía y seguridad, entre otras cosas, eso creo que es lo único que se puede construir. Y a favor de no dejar de aprender y de formarse. El talento creo que ha de estar lleno de curiosidad.

Fotos: Juanjo Molina. Maquillaje: María Verano. Producción: Victoria Mouriño.