Elsa Pataky lleva unas semanas saltando de alfombra roja a alfombra roja. Si el primer lunes de mayo la vimos acudir por primera vez a la Met Gala, donde lució un impresionante vestido con transparencias (aquí te dejamos todo sobre el look de Elsa Pataky en la Met Gala), esta vez ha sido la alfombra roja del Festival Internacional de Cine de Cannes donde la actriz ha brillado más que nunca.
Acompañada de su marido, el actor Chris Hemsworth, Elsa Pataky ha derrochado elegancia y complicidad delante de las cámaras. Un look para el que ha apostado por un vestido negro de tirantes con un diseño de lo más sensual, donde el pronunciado escote y el detalle de las borlas y encajes en la espalda han acaparado todas las miradas. Mientras que Chris, por su parte, ha lucido un traje en tonos más claros, con chaqueta beige y camisa blanca debajo.
El look de Elsa Pataky y Chris Hemsworth en Cannes
Sin embargo nosotras no solo nos hemos quedado prendadas del look de Elsa Pataky ni de la espectacular pareja que hace con Chris Hemsworth (esto llevamos sabiéndolo desde que empezaron a salir hace ya casi 15 años), sino que nuestro ojo clínico se ha fijado también en una cosa: el peinado de la actriz.
Aunque por delante parece un moño normal, recogido con una raya al medio e incluso con un pequeño amago de jugar con los llamados "baby hair" en la zona del flequillo, si giramos 180 grados nos llevamos una sorpresa. Y es que pese a que ya intuíamos que no iba a ser un moño especialmente prieto sino que más bien destaca por su acabado messy, hay un detalle que no esperábamos y es que estuviese a medio hacer.
Un detalle que solo hemos podido apreciar en sus fotos de perfil o de espaldas (esta hablando con Anya Taylor-Joy ha sido la que nos ha puesto en sobreaviso) pero que nos ha parecido de lo más especial. La actriz ha optado por un semirecogido, un peinado a caballo entre un moño y una coleta donde ha dejado el moño a medio completar.
Un peinado que además de darle un toque más informal al look para romper con ese efecto tan sensual del vestido, aporta un aura rejuvenecedora, al recordar a esos peinados que nos hacíamos rápido y corriendo cuando éramos pequeñas.
