Si hace unas semanas se volvía viral el "portal" que conectaba Nueva York y Dublín, hoy te enseñamos uno que conecta dos planetas (Tierra y Marte). Y aunque, como el primero, tiene truco, nos vas a dar las gracias por descubrírtelo porque es una pasada.
Hace apenas tres meses que Marte abría en el distrito madrileño de Chamartín (Calle Juan Hurtado de Mendoza 17) y ya nos atrevemos a posicionarlo como uno de los mejores rincones destinado a la relajación y el autocuidado de la ciudad.
Estés inmersa en el mundo de la consciencia plena o no, el ritmo frenético al que estamos expuestos hoy en día pide a gritos un espacio que nos permita pausar y Maribel Lucas e Ingrid Flores, las creadoras de Marte, así como la Directora Creativa Ejecutiva del proyecto, Mini F. Durán, lo han conseguido crear con creces.
Es entrar por su puerta y respirar diferente. Y es que el aire que se respira dentro inspira tranquilidad. Paredes rojas, mobiliario curvo e iluminación cuidada al límite, hasta el punto de que el nombre del local tiene en cuenta la posición del sol con respecto a Marte para iluminarse. Está todo preparado para desconectar y sumergirse en un universo de bienestar.
Pero vamos al quid de la cuestión que nos ha llevado aquí, su masaje con meditación inmersiva.
Creado a partir del "método careness" combina cuidado integral de todas las áreas de nuestra vida (cuerpo, mente y alma). Estés como estés vas a salir mejor, palabrita.
Su masaje de 60 minutos es diferente a todo lo que había probado hasta ahora. Según entras en la sala, eres consciente del silencio pleno, pues está insonorizada y cuenta con puertas acústicas. Su quiromasajista te ofrece unos cascos que serán quienes te quien durante todo el proceso. Como si de una sesión de meditación se tratara. Y una de las que tienen el poder de sanarte por dentro.
La voz de Marietta Mouchet acompañada de los movimientos de las manos de Ingrid Aviso, es dificil evitar dormirse. Pero, si no lo haces, la paz y el descanso que obtendrás será como tres horas de sueño como mínimo. Tiene de todo, cuencos tibetanos, cuencos de cuarzo, llamadores de ángeles y una voz que facilita la conexión con lo físico y lo mental.
El masaje es de cuerpo completo, hace especial enfasis en la zona de la cabeza, cuello y espalda. Pero todos los masajes del centro están personalizados previamente mediante un estudio por lo que se adaptan a las necesidades, expectativas y gustos de cada persona.
¿Su precio? 125 euros.
Sigue con la meditación en casa
Si después de esta sesión te pica el gusanillo, a parte de volver y probar otro de sus masajes (por si te interesa, el terracotta es el próximo en mi lista), te recomiendo leer el libro 'Ikigai: Los secretos de Japón para una vida larga y feliz', de Francesc Miralles; una lectura maravillosa para tomar consciencia y encontrar nuestro centro. También puedes escuchar las sesiones de meditación guiada del podcast 'Paz mental' en Spotify con un zafu. Otras lecturas interesantes para profundizar más son 'El pequeño libro del estoicismo: Sabiduría, resiliencia, confianza y calma de la mano de los filósofos clásicos' y 'Budismo para principiantes. Una guía para la iluminación espiritual'.
Otros espacios en Madrid para conectar con uno mismo
En la capital puedes encontrar más espacios con sesiones enfocadas a desarrollar la consciencia plena como el Centro Mindfullness Madrid en Gran Vía, 59; el Centro de Meditación Kadampa Madrid en Malasaña, 26; y el Zentro Urban Yoga Madrid en Claudio Coello, 5.
