Si te preguntaran cuál crees que es la cualidad física que más destaca en una persona, ¿que responderías? Dejando a un lado el estilo personal, lo que yo diría es… ¡el cabello!
En efecto, para la mayoría de las personas, hombres y mujeres indistintamente, el pelo es la puerta de entrada para expresar su personalidad y su estilo, lo que lo convierte en un verdadero refuerzo de la autoestima, siempre.
Un pelo grueso, vigoroso y brillante siempre deja una buena impresión, pero quizá lo más importante es mantener una rutina de cuidado adecuada. Esto juega un papel fundamental para tener un cabello sano y evitar problemas irreversibles como la caída, el debilitamiento progresivo o la caspa.
El lavado diario con champú y el uso de acondicionadores y mascarillas no es suficiente para lucir un cabello sano, fuerte y con mucho brillo, siempre hay algo más y nosotros te descubrimos el qué.

Si hay un producto español por antonomasia del que nos sentimos enormemente orgullosos es del aceite de oliva. El 'oro líquido' español, que introdujeron los fenicios y los griegos en la Península Ibérica en la antigüedad, ha logrado construir una reputación mundial y es sinónimo de orgullo nacional.
Porque nada combina mejor con un plato tradicional español que un buen chorro de aceite de oliva virgen extra. Nada. El aceite es fundamental para todas las recetas de nuestra gastronomía.
Pero, si hay por algo por lo que también es conocido el aceite de oliva es por sus bondades en el mundo de la belleza. Desde hace miles de años, el aceite se ha utilizado para el cuidado del cabello, ya que le otorga brillo, suavidad y cuerpo. Los elementos químicos de su composición, acido oleico, palmítico y escualeno, actúan como suavizantes naturales y son la base de muchos champús, mascarillas y acondicionadores del mercado.
El aceite de oliva hidrata el cabello como ningún otro (más que el de coco) y proporciona una dosis extra de antioxidantes y ácidos grasos omega-3 para recuperar la fuerza y el brillo perdidos por la edad, las estaciones, el secador o alguna que otra coloración y decoloración.
Si tu pelo está dañado por alguna de estas razones, el aceite es tu comodín, ya que entra en el cabello proporcionando la hidratación que necesita desde el interior, evitando que se rompa y asegurando que se mantiene fuerte y sedoso.
Cabello suave y fuerte

El uso prolongado de aceite de oliva como un superacondionador hará que tu melena se vea más fuerte y brillante, ya que sus ácidos grasos penetran desde la raíz.
Mejora la circulación del cuero cabelludo

No es de extrañar que en los últimos tiempos el cuero cabelludo sea el 'niño mimado' de la investigación capilar. Allí se cuece todo, y de su estado dependen el brillo, la densidad o la fuerza de la melena.
Otro de los beneficios inmediatos de este tratamiento es que mejora su circulación, favoreciendo el crecimiento saludable y fuerte del cabello, comenzando por la raíz.
Recupera el cabello dañado por el calor

El uso de tintes y de secador puede provocar que el pelo pierda humedad y brillo.
Sin embargo, cuando te aplicas una buena capa de aceite de oliva, esa humedad se repone en cuestión de minutos y el pelo se vuele más suave y recupera su brillo perdido con el color y el calor.
Ayuda a calmar la irritación

Por supuesto, uno de los mayores beneficios del aceite de oliva es que ayuda a calmar el cuero cabelludo irritado, especialmente si la causa es la caspa .
Actúa contra las puntas abiertas

Y por último, sabemos que el aceite de oliva protege al pelo de las puntas abiertas. Un problema directamente relacionado con la falta de hidratación y de humedad.