"La eficacia de un champú para la caída capilar es muy limitada": una dermatóloga explica la verdad de estos productos para el pelo

Descubre cómo limpiar bien tu cabello y cómo escoger el champú adecuado.

Que si champú de cebolla o de romero, que si hay que utilizar dos diferentes, que no tengan sulfatos ni parabenos... hay muchas creencias como estas acerca de cómo debe ser un buen champú y cuál es el que debes usar según tu tipo de cabello, así que es muy probable que hayas oído algunas de ellas. ¿Pero cuáles son verdad y cuáles no? A la hora de escoger un producto con el que lavarnos el pelo es complicado, porque es tal la cantidad de oferta que es fácil perderse. Por ello, hablamos con la Dra. Cristina Pindado, dermatóloga de la Unidad de Tricología y Trasplante Capilar del Grupo Pedro Jaén, para que nos explique cómo debe ser un champú y si es verdad que ayudan con la caída capilar, a contrarrestar el sebo del cuero cabelludo. Aprende a cuidar tu melena como se merece y ¡presume de pelazo!

Mujer lavándose el pelo
Mujer lavándose el pelo- istock

Si sufres de descamación, de efluvio telógeno o tienes el pelo graso, probablemente hayas probado todo tipo de champús para intentar poner solución al problema. Si no has acertado con la elección, puede ser porque no ha sido la correcta. La dermatóloga explica que "un buen champú debe ser capaz de limpiar de forma eficaz, respetando tanto el cuero cabelludo como el tallo piloso. En líneas generales, debe contener tensioactivos que limpien en profundidad, pero sin resecar la fibra capilar ni irritar el cuero cabelludo. Generalmente, los champús utilizan una fórmula con varios tensioactivos o surfactantes que deberíamos elegir según nuestro tipo de pelo. Si tenemos el pelo graso, debemos buscar surfactantes aniónicos que limpien en profundidad".

Pero ¿y si tu cabello es teñido? En estos casos y dado que el tinte estropea más el pelo de lo que nos gustaría, la doctora Cristina Pindado nos da las claves para no equivocarnos a la hora de escoger champú: "En pelo tratado químicamente mejor utilizar surfactantes aniónicos suaves o catiónicos o no iónicos. La fórmula de un champú es compleja y también se agregan ingredientes conservantes, equilibradores del pH y agentes hidratantes o acondicionadores como el pantenol o las proteínas hidrolizadas de queratina e, incluso, activos como la cafeína".

Elegir champú para el pelo
Mujer lavándose el pelo -Freepik

Que debes adaptar tu rutina capilar a las necesidades de tu cabello es una gran verdad, sin embargo, no todos los champús, por mucho que prometan, cumplen. Así, le preguntamos a la experta qué debe tener un champú o cuál debemos utilizar si:

  • Tenemos caída capilar:

"La eficacia de un champú para regular la caída capilar es muy limitada, pero puede ser un complemento a los tratamientos para limpiar con suavidad el cuero cabelludo y prepararlo para absorber mejor otros productos específicos. Sus ingredientes deben ser los referidos anteriormente: limpiadores eficaces, suaves con el cuero cabelludo y el propio pelo".

  • Tenemos el pelo graso:

"Los champús para pelo graso deben contener ingredientes limpiadores aniónicos, exfoliantes y seborreguladores como el ácido salicílico, la arcilla, el zinc, la ortiga… No obstante, la eficacia de los champús para regular la producción grasa es limitada y si verdaderamente nos preocupa o supone un problema, se pueden realizar tratamientos que ayuden a controlarla".

Champús para lavar el pelo
Champús para lavar el pelo -istock

Los champús de romero y de cebolla, ¿funcionan de verdad?

Se han puesto muy de moda y los vemos por todas partes. Pero, aunque prometan ser un remedio infalible para contrarrestar la caída capilar, lo cierto es que no funcionan del todo. Y no lo decimos nosotras, sino la dermatóloga: "los champús de cebolla o romero se han popularizado mucho gracias a las redes sociales, pero la evidencia científica sobre su eficacia para fortalecer el cabello es muy limitada".

Esta afirmación no es mero capricho, porque según explica, "el extracto de cebolla contiene compuestos azufrados y antioxidantes que podrían tener cierto efecto estimulante sobre el cuero cabelludo, pero los estudios disponibles son escasos y con muestras pequeñas". Y ¿qué pasa con el romero? Pues un poco lo mismo: "el romero, por su parte, ha mostrado en algunos estudios modestos que puede mejorar la microcirculación, pero de nuevo, en concentraciones muy específicas y en preparados tópicos (no necesariamente en forma de champú)".

Siendo esto así, es normal que nos preguntemos para qué sirven entonces este tipo de champús, porque aunque no son un tratamiento específico, sí contribuyen a que tengan un pelo más bonito: "en general, pueden ayudar a mejorar el aspecto del cabello, pero no sustituyen a un tratamiento médico si hay una caída activa o una alopecia diagnosticada", concluye.

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