Hace miles de años que se inventó la técnica de extracción de jazmín más respetuosa y un exclusivo perfume de lujo recupera esta tradición

Acqua di Parma rescata la técnica milenaria del enflourage en frío para dar vida un perfume floral con toques ahumados y terrosos.
perfume-acqua-di-parma
Imagen inspirada em Gelsomino a Freddo de Acqua di Parma - Zinet Media

Hablar de perfumes es hablar de historia. Desde las orillas del Nilo hasta los jardines colgantes de Babilonia, las civilizaciones más adelantadas entendieron el poder evocador de las fragancias. En el antiguo Egipto, la perfumería era un ritual sagrado. En Mesopotamia, en cambio, un símbolo de estatus. Finalmente, en el valle del Indo, una celebración de la naturaleza. Cada cultura dejó su impronta en fórmulas únicas que, con el tiempo, evolucionaron hasta dar lugar a los perfumes contemporáneos.

Con el paso de los siglos, se perfeccionaron las técnicas para extraer el alma de las flores. Entre todas ellas, hay una que brilla por su delicadeza: el enflourage en frío. Pocas firmas la emplean hoy, porque resulta costosa y laboriosa, en un mercado dominado por la destilación al vapor. Sin embargo, las que aman los perfumes florales nicho que huyen de los aromas típicos celebrarán su regreso. ¿El principal responsable? Acqua di Parma, que rescata esta técnica para dar vida a Gelsomino a Freddo, un perfume floral de lujo que promete conquistar el otoño.

Gelsomino a Freddo, un perfume que brilla de principio hasta el fin

Enflourage en frío, claves de esta técnica de extracción milenaria

Este lanzamiento no es uno más en el universo repleto de novedades constantes. La elaboración de Gelsomino a Freddo respeta los tiempos y el carácter original de la flor, y eso se percibe en cada gota. El enflourage en frío es, sin duda, la técnica más meticulosa de la perfumería. Consiste en depositar pétalos frescos sobre una base grasa que captura su esencia de manera lenta y natural, sin someterlos a calor. Esta práctica nació en la Francia del siglo XVIII y se convirtió en la favorita para flores delicadas como el jazmín o la tuberosa. Con los años, fue cayendo en desuso, porque requiere manos expertas, paciencia y materiales caros. Aun así, las expertas en perfumes florales nada típicos que merece la pena probar saben que esta técnica ofrece un resultado incomparable: una fragancia pura, intacta y fiel al aroma original.

perfume-acqua-di-parma
Gelsomino a Freddo de Acqua di Parma

Un perfume protagonizado por un jazmín con tintes amaderados y terrosos

Gelsomino a Freddo sorprende porque no se limita a la dulzura floral. Desde el primer instante, sus notas de salida despiertan con pimienta rosa, abrótano y limón lima, que aportan un frescor chispeante. Después, el corazón se despliega con jazmín, iris y té negro, una combinación que aporta el matiz floral y ligeramente especiado. El cierre es magistral: pachulí, madera de gaiac y cipriol, ingredientes que añaden profundidad y ese punto ahumado y verde que convierte esta esencia en la elección perfecta para el otoño. El precio es de 310 euros por 100 ml.

perfume-acqua-di-parma
Gelsomino a Freddo de Acqua di Parma

Otros perfumes nuevos que huelen a pura elegancia

Platinum Blend de Atkinsons

perfume-Atkinsons
Platinum Blend de Atkinsons

Platinum Blend de Atkinsons arranca con belanis y laureles en las notas de salida, creando un inicio fresco y especiado. El corazón late con heliotropo y sándalo australiano, aportando calidez y cremosidad, mientras que el fondo se rinde al abrazo ambarado del ládano español y la dulzura sofisticada del haba tonka. El frasco de 100 ml tiene un precio de 265 euros, y la nariz detrás de esta joya es Pierre-Constantin Guéros.

Recomendamos en