Siempre he creído que la relación con los aromas evoluciona a lo largo de los años. Durante mi adolescencia, mi tocador estaba dominado por fragancias de vainilla, dulces hasta el exceso, tan golosas que hoy serían tendencia absoluta gracias al universo gourmand. Unos perfumes que, sin duda, me definían en aquella época. Sin embargo, el tiempo y la experiencia afinan la nariz, y ahora busco matices más sofisticados, arriesgados, intensos, complicados, acordes que se alejan de lo clásico.
Gracias a mi curiosidad, he aprendido a escuchar las notas, a distinguir lo empolvado de lo amaderado, lo mineral de lo especiado. Esa sensibilidad, que se cultiva con las ganas de aprender, me ha llevado a disfrutar de perfumes más serenos, con carácter y sutileza a la vez. Es curioso, porque nunca he sentido especial atracción por los aromas suaves o los llamados "limpios". De hecho, pensaba que eran "simples", planos. Pero en realidad, el olor a limpio puede ser tan complejo y sensual como un acorde oriental o ambarado.
Hablar de olor a limpio no es hablar de cítricos efervescentes ni de colonias de carácter infantil. Significa entrar en el territorio de notas envolventes como el ambroxán, de origen sintético y con un fondo cálido, mineral y ligeramente amaderado, o el almizcle blanco, que aporta esa sensación de piel recién lavada y suavidad cremosa. Ambos ingredientes han redefinido la categoría de los perfumes con olor a limpio para aportar calma y paz a nuestro tocador. Entre todos los que he probado, Radical Softness Eau de Parfum de Fascent se ha convertido en mi gran favorito para esta temporada otoñal: delicado, etéreo y con una profundidad que sorprende (y mucho).
El perfume limpio delicado, pero con carácter
Radical Softness Eau de Parfum de Fascent, la complejidad más sencilla
Hay aromas que parecen flotar entre la suavidad y la intensidad. Radical Softness pertenece a esa categoría tan sutil y difícil de definir. Dulce, envolvente, ligeramente empolvado y con un acorde metálico que añade tensión, es un perfume con olor a limpio, dulce, y empolvado para desprender elegancia este otoño-invierno. Su composición se mueve entre lo carnal y lo inocente, y su estela es íntima, adictiva y absolutamente moderna.
La salida es un estallido de pimienta rosa y té blanco, fresca y luminosa, casi chispeante. Después, el corazón floral de ciclamen y frangipani se abre con un matiz aterciopelado que acaricia la piel. En el fondo, el ambroxán y el almizcle blanco crean esa sensación de piel caliente, de segunda piel. Lo fascinante es su comportamiento: no invade, no satura, tan solo acompaña. La primera vez que probé este perfume estaba junto a una amiga y lo que más me sorpendió es lo diferente que olía en cada una de nuestras muñecas. En mí, se volvía más cálida, con un fondo ligeramente ambarado; en ella, más transparente y floral. No es casualidad que esta fragancia haya conquistado una nación tan particular como Japón, un país que aprecia los aromas limpios, pulidos y con alma minimalista
Fascent ha logrado posicionarse como una firma que entiende el lenguaje de la piel. Su filosofía invita a mezclar sus creaciones para potenciar matices, lo que en perfumería se conoce como layering, una tendencia al alza en los últimos años. Radical Softness destaca precisamente por eso: se adapta, dialoga, se transforma. El precio de Radical Softness es de 55 euros en Abanuc.
Otros perfumes limpios que tienen mi aprobado
Sonic Flower de Room 1015
Entre los aromas limpios que he probado últimamente, Sonic Flower de Room 1015 ocupa un lugar destacado. Es un ejemplo magistral de cómo un perfume puede ser transparente y sofisticado a la vez. Firmado por Jérôme Epinette, combina semillas de zanahoria y pimienta rosa en su salida, aportando un frescor verde y especiado. En el corazón, la raíz de lirio y el jazmín añaden un toque cremoso, aterciopelado, mientras que el fondo de almizcle, ambroxán y cachemira envuelve con una calidez única. Tiene un precio de 150 euros.
