Hay algo especial en los perfumes que se convierten en el accesorio invisible de las noches estivales. Cuando cae el sol y suben las temperaturas, nuestras fragancias favoritas también cambian de registro. Algunas amantes de la perfumería se decantan por fórmulas cítricas, frescas, limpias, como una brisa marina envuelta en lino blanco. Otras, sin embargo, buscan el efecto contrario: seducir, dejar rastro, envolver con un halo casi hipnótico. En ese territorio de aromas intensos y embriagadores aparece una marca que las expertas siguen con auténtica devoción: L’Objet, una firma portuguesa que se ha ganado a pulso su estatus de objeto de deseo.
Lisboa, con su aire decadente y su luz dorada, es ahora destino obligado para las fragrance lovers que tienen muy claros sus gustos. En concreto, una razón muy concreta lleva a muchas a cruzar fronteras y aterrizar en la capital portuguesa: un perfume que roza el culto y que ha sido bautizado como Blindfold. ¿Su creadora? Una casa que nació en 2004, de la mano de Elad Yifrach, y que ha evolucionado desde el diseño de interiores y la artesanía más exquisita hasta conquistar los cinco sentidos a través de sus velas, productos de cuidado personal y, ahora, perfumes de autor con carácter.
Un perfume para mujeres con una nariz muy trabajada
No es fácil crear una fragancia que lo tenga todo: personalidad, sensualidad, duración y, además, un punto de misterio. Pero Blindfold, el último lanzamiento de L’Objet, consigue equilibrar todos esos elementos sin renunciar a una firma olfativa única. Esta creación, firmada por el reconocido perfumista Yann Vasnier, se desmarca desde la primera pulverización: nada de sutilezas ni de flores al uso, sino una combinación intensa que apunta directamente al terreno de los perfumes más oscuros, sexys y memorables.
De hecho, es una mezcla pensada para aquellas que no se conforman con lo obvio. La fragancia arranca con tabaco, leche y gardenia, una triada inesperada que hipnotiza desde el primer momento. La sensación es cálida, cremosa y ligeramente especiada gracias a la presencia del azafrán, una nota cada vez más presente en los perfumes florales nada típicos que merece la pena probar esta primavera. Es un perfume que abraza sin agobiar, que seduce sin pedir permiso, que promete noches infinitas y miradas largas.
Blindfold, una fragancia de alto impacto
Al evolucionar sobre la piel, Blindfold va revelando matices envolventes. El corazón de la fragancia late con notas de cuero suave (suede), sándalo, pachulí y cedro del Atlas, que aportan una sensación de calidez, profundidad y sofisticación. Es imposible no pensar en una terraza al atardecer, una copa de vino tinto, una conversación íntima. Es, en definitiva, uno de los mejores perfumes para ser la más elegante en una reunión y la más sofisticada en un afterwork.

El fondo, que aparece horas después, se construye con ámbar, almizcle, haba tonka y unas intrigantes notas animales que dan a esta creación su carácter carnal y muy humano. Blindfold no solo celebra los 20 años de la firma; también consolida su expansión internacional con una fragancia que no entiende de géneros ni de estaciones. Eso sí, su potencia y sensualidad la convierten en la mejor fragancia para una noche inolvidable. El precio es de 150 euros.
Otros perfumes en los que el tabaco brilla en su máximo esplendor
Sandor 70’s de Carner Barcelona

La nota de tabaco, cálida, envolvente y ligeramente dulce, se ha convertido en el nuevo fetiche de las beauty lovers más exigentes. En perfumes de autor, bien trabajada, resulta adictiva. Uno de los ejemplos más sofisticados viene desde Barcelona y lleva por nombre Sandor 70’s, una joya olfativa firmada por Carner Barcelona. Es una fragancia de cuero, pero también de flores, de maderas nobles, de humo y especias. En su apertura encontramos gamuza, osmanto, rosa de Bulgaria, bergamota y jazmín, que actúan como una obertura elegante y sensual. A medida que se asientan las notas de corazón, el perfume revela un alma más densa y compleja: tabaco, esclarea, bálsamo del Perú, cedro y un toque de vainilla mexicana que lo suaviza sin restarle carácter. El fondo es pura sobriedad: cuero curtido, musgo de roble, incienso, pachulí y vetiver. El precio es de 180 euros.
AIUla de Penhaligon’s

Desde Reino Unido llega otra propuesta inolvidable: AIUla, el nuevo perfume de Penhaligon’s. Su composición nos transporta a un zoco dorado, a un atardecer entre dunas, con el aire lleno de resinas y especias. Su salida es intensa y vibrante, gracias a la combinación de incienso, pimienta negra y cardamomo guatemalteco. Pero el giro más relevante llega con el corazón, donde se mezclan el tabaco, el azafrán y una nota de ciruela jugosa que rompe la linealidad y aporta un efecto adictivo y ligeramente gourmand. ¿El resultado? Un perfume versátil, que funciona tanto para una cena especial como para un evento más informal. El precio es de 240 euros en Isolée.