Septiembre marca un antes y un después. El calendario invita a estrenar agendas, fijar retos y ajustar rutinas, pero también a lidiar con un clima impredecible. Es la época en la que escoger look a primera hora de la mañana se complica y seleccionar los básicos del neceser no se queda atrás. ¿Cuál es el perfume que acompaña mañanas frescas y tardes que aún están dominadas por el calor? Esa es la gran pregunta de estas semanas.
En verano reinan los cítricos más chispeantes; en otoño, las notas profundas y envolventes toman el control. Sin embargo, existe un punto intermedio fascinante: fragancias que combinan frescor y calidez en equilibrio perfecto. Los llamamos perfumes de transición porque son capaces de unir dos estaciones con maestría. Son fórmulas, que arrancan con energía y acaban con un matiz aterciopelado, son un diez para los meses de septiembre y octubre, cuando los primeros días de otoño no son tan fríos y oscuros.
003 Carpenter de Hunq

003 Carpenter juega con contrastes que seducen desde el primer segundo: la bergamota y la pimienta rosa abren con un estallido vibrante, seguido de un corazón especiado donde el cardamomo, la canela y el jengibre aportan carácter y un toque suave especiado. Ese toque de zanahoria añade un matiz poco habitual que engancha. En el fondo, la calidez toma protagonismo con un cóctel de maderas (cedro de Texas y de Virginia–) que se mezcla con pachuli, sándalo y un toque moderno de Iso E Super. Entre sus encantos está esa sensación elegante que no cae en lo obvio, porque hablamos de uno de esos perfumes cítricos nada típicos para las que adoran las fragancias frescas, limpias y elegantes, pero con tintes amaderados. El precio es de 149 euros por 100 ml en Le Secret du Marais.
Tempo de Diptyque

Si hay un ingrediente icónico en perfumería, ese es el pachuli. Tempo lo convierte en el protagonista absoluto, pero en una versión sofisticada y refinada. Nada de acordes densos que evocan humedad: aquí el pachuli procede de la isla de Sulawesi, en Indonesia, y se muestra más delicado, con un matiz natural. En la piel se siente terroso, cálido y con un punto verde gracias a las hojas de violeta, que aportan ligereza y un contraste sofisticado. Aunque el pachuli pueda parecer invernal, esta interpretación es aireada, amable y nada pesada. El mate y la salvia redondean la composición con una pincelada herbal. Si te gustan los perfumes amaderados (y duraderos) con los que perderás el sentido de lo rico que huelen, Tempo debe estar en tu radar. Disponible por 170 euros (75 ml) en Abanuc.
Santal Volcanique de Maison Crivelli

Por último, un viaje olfativo cargado de adrenalina: Santal Volcanique. Como su nombre indica, el sándalo es el eje de esta composición, pero con una vuelta crujiente. Estamos ante un acorde de madera contrastado con especias vibrantes como el cardamomo y el jengibre tostado, con un extra de café que aporta sensualidad. No es cualquier fragancia: es un perfume cálido, amaderado y con toques de café que se despliega con fuerza y personalidad. Si buscas algo diferente, con un toque picante y ese punto atalcado que engancha, aquí tienes la opción más indicada. ¿Su precio? 190 euros por 100 ml en Isolée.