El gran día
La modelo Laura Ponte y Beltrán Gómez-Acebo, sobrino del rey Juan Carlos, se casaron en septiembre de 2004 en La Granja de San Ildefonso, concretamente en la Insigne Real Iglesia Colegiata, antigua capilla del palacio. Al enlace asistieron 500 invitados, entre los que se encontraban miembros de las familias reales europeas y personajes del mundo de la moda por igual. Los invitados después se trasladaron a una finca de Cabanillas de Monte, propiedad de la cuñada de Laura, en la que se celebró el banquete nupcial.

El vestido de la novia
El secreto mejor guardado de la boda era, como siempre, el vestido de la novia. Laura Ponte lo tuvo claro, y confió en Miguel Palacio, uno de sus amigos más íntimos, para que la vistiera ese día. Era un sencillo vestido de talle bajo con pedrería a modo de cinturón que la modelo había definido días antes a la prensa como perfecto para ella por su estilo "monjil".

El look nupcial
La modelo completó el diseño de Miguel Palacio con un velo de encaje prestado por su cuñada, Isabel Peñalosa, que lució de forma muy original acorde a la inspiración años 20 de su vestido. Lo acompañó con una diadema cedida por la infanta Pilar, un abanico diseñado por ella misma junto a la firma Loewe y unos pendientes muy especiales que le prestó su tía materna, Laura Zapico.

La Familia Real, al completo
Todos los miembros de la Familia Real asistieron al enlace, incluyendo las infantas y sus maridos. Los reyes don Juan Carlos y doña Sofía posaron a la salida de la ceremonia con los novios y los padres de él, la infanta doña Pilar, hermana del rey, y su marido.

El acierto de Letizia
Los (entonces) Príncipes de Asturias, Felipe y Letizia, asistieron al enlace y actuaron como testigos de los novios. En esa ocasión, Letizia confió en el modisto Lorenzo Caprile, y lució un conjunto suyo de dos piezas compuesto por un top negro de pronunciado escote y falda roja con bordados en negro.

El divorcio
La boda fue de cuento de hadas, pero no así su historia. En 2010, la pareja anunció su separación, para en 2011 firmar los papeles definitivos del divorcio. Ahora, cinco años después, Beltrán dará de nuevo el sí, quiero a su pareja en una ceremonio civil.
