Sergio Dalma, el ídolo de los 90 que no piensa en jubilarse

Hace ahora justo un año Sergio Dalma celebraba los 30 años que lleva trabajando en el mundo de la música, un aniversario muy especial que festejó lanzando al mercado dos recopilatorios, uno de ellos muy significativo: ‘Sergio Dalma 30… y tanto’, y decimos significativo porque con este título deja claro que, aunque este sábado cumple 57 años, no está dispuesto a pensar en una jubilación cercana, sino todo lo contrario. El intérprete catalán, que comenzó cantando en bandas y coros, sigue teniendo las mismas ilusiones de entonces y los mismos nervios cada vez que se sube a un escenario o saca un nuevo álbum. Ahora, cuando sopla las velas que le acercan más a una edad dorada, vive entregado a su mayor pasión: la música, y, por supuesto, a su hijo Sergi, además, al parecer sin pareja, afirma estar muy a gusto viviendo solo en su casa de Madrid.

Quien no ha escuchado o abrazado a su pareja mientras suena de fondo ‘Bailar pegados’ o de ‘Esa chica es mía’, dos canciones que han marcado toda una etapa romántica centrada en los años 90 y que aún hoy hacen que la melancolía del amor fluya por las venas y la piel. Estos son dos de los temas más significativos de Sergio Dalma, cuyo verdadero nombre es Josep Sergio Capdevilla Querol, y que lograron que el barcelonés haya llegado a ser conocido en todo el mundo. Su nombre artístico se lo debe al pueblo donde nació su padre, Maldá, en Lerida, y como anécdota diremos que asegura que le debe su carrera a María del Monte, ya que gracias al éxito de esta y pertenecer a la misma casa discográfica, Horus, invirtieron en él hasta lanzarlo al estrellato.

Varios Discos de Platino están colocados en sus estanterías y está orgulloso de haber llevado a España a ocupar el cuarto puesto en el Festival de la Canción de Eurovisión en 1991, todo un logro en aquellos momentos. A día de hoy, tras varios discos que le han mantenido en los primeros puestos del ranking artístico, actuar dos veces en el Festival de Viña del Mar y algunos escarceos en televisión, continúa sumando triunfos a una dilatada carrera que no está dispuesto a cortar, es más, ni siquiera se le pasa por la cabeza la idea de jubilarse.

Por otra parte, en el terreno personal siempre ha sido muy celoso de su intimidad, llegando a casarse en secreto con la modelo Maribel Sanz, primero por lo civil, en 1994, y después en una ceremonia religiosa, en 1997. Aunque tuvieron un hijo, Sergi, su unión se truncó poco después de su segunda boda acabando en divorcio. Mas tarde mantuvo varios años una relación sentimental con la que era su representante, Carmen Recio, y posteriormente con la abogada María Aguiñica, con quien también rompió, disfrutando en la actualidad de una elegida soltería que ameniza con “algún que otro ligue”, como el mismo ha comentado.