Por fin Tamara Falcó tiene en sus manos el legado de su padre, Carlos Falcó, fallecido el pasado mes de marzo por COVID-19, una herencia que la hace poseedora del título de marquesa de Griñón, algo que estaba deseando ya que su sueño ha sido, desde que se leyó el testamento, cumplir la voluntad de su progenitor y convertirse en una digna sucesora. Tras cumplir los plazos previstos por ley, la hija de Isabel Preysler pasa a engrosar las listas de la aristocracia más top de nuestro país y lo hace convertida en una preciosa mujer que ha logrado las simpatías de todo el mundo. Seguro que queréis ver cuanto ha cambiado, aquí os lo mostramos.
“Gracias a todos por vuestros mensajes. Acabo el año con un regalo muy bonito, el legado de mi padre: marquesa de Griñón”, publicaba en su red social tras tener la confirmación de esta concesión nobiliaria que la llena de ilusión. Ahora podrá poner en sus tarjetas de visita tras su nombre ‘marquesa de Griñón’, no dejando lugar a dudas de que su propósito es seguir manteniendo el espíritu y la dignidad con la que su padre lo ostentó.
Pero en la vida de Tamara Falcó
ha habido muchos cambios desde que llegó a la cuna que la tenían preparada Isabel Preysler y su segundo marido, Carlos Falcó, unos cambios en los que aquella niña tímida y muy mimada por sus hermanos mayores pasó a ser una adolescente en con una educación exquisita y más tarde una joven con enorme personalidad, por encima de críticas o alabanzas, que ha luchado hasta encontrar su sitio, un lugar en el que acaba de entrar un diseñador de coches, Íñigo Onieva, su novio en la actualidad.
Siempre sonriente, la cuarta hija de la ‘reina de corazones’ correteaba de pequeña detrás de Chábeli, Julio José y el famosísimo Enrique Iglesias con la alegría de una niña muy querida. Aunque hoy ellos están lejos, al otro lado del charco porque viven en Estados Unidos, mantienen un gran apego y Tamara se desplaza continuamente al país norteamericano o ellos vienen a España para mantener la entente de la familia en torno a su patriarca, Isabel Preysler, incluyendo a Ana Boyer claro está, nacida del tercer enlace de su madre con el que fue ministro de Economía y Hacienda Miguel Boyer, también fallecido. Con los hijos de su padre, Manuel, Xandra, Duarte y Aldara, fruto de tres matrimonios, también se lleva de maravilla y a todos se les vio llorar juntos en el funeral del aristócrata. Veamos como ha cambiado la ilustre Tamara Falcó.
Pura simpatía
Ya desde niña Tamara Falcó hacía gala de esa enorme sonrisa que le caracteriza, un gesto que la hizo adorable en la infancia que vivió junto a sus padres, Isabel Preysler y carlos Falcó, y que hoy en día cautiva a todo el mundo.
Mimada y querida
Lógicamente sus padres pero también sus hermanos, Chábeli, Julio José y Enrique Iglesias por parte de su madre, y Manuel, Xandra, los hijos mayores del primer matrimonio de su padre, la adoraban, y es que Tamara se hacía querer. Más tarde Ana Boyer y Duarte y Aldara. Falcó también se unirían a este cariño.
Exquisita educación
Educada en los mejores colegios, Tamara se formó para el futuro hasta ser hoy en día un referente en cuanto a gran personalidad y carácter. Habla varios idiomas y ha estudiado varios cursos de diseño y moda.
Apuntaba maneras
Desde jovencita Tamara ha tenido mucho estilo, algo que seguro ha heredado de su madre, una mujer a la que admira y adora que le ha enseñado a ser ella misma por encima de las críticas o las alabanzas.
Juvenil
Cuando esa sonrisa de oreja a oreja aparece en su cara la hermana de Enrique Iglesias irradia luz, algo que la hace cautivadora, atrayendo todas las miradas allá por donde va.
Cambios de look
Son muchos los cortes de pelo que ha tenido desde su juventud hasta ahora, con flequillo, sin flequillo, largo, media melena, morena, castaña o rubia, Tamara ha ido buscando aquel que más le favorecía en cada época.
Kilos de más
Hace un par de años Tamara engordó bastante y no había manera de que bajara de peso, hasta que fue con su madre y Mario Vargas Llosa a la Clínica Buchinger de marbella donde dieron con su problema de tiroides y la enseñaron a llevar una buena alimentación y a hacer los correctos ejercicios.
Llega el amor
Dicen que una persona enamorada se pone más guapa, pues eso debe haberle pasado a Tamara pues cada día está más radiante y feliz desde que comenzara un romance con Iñigo Onieva que tiene visos de convertirse en un consolidado noviazgo.
Bella aristócrata
Tamara, que en la actualidad se ha convertido en una preciosa mujer, ya ostenta el marquesado de Griñón que ha heredado de su padre y ha querido dar las gracias a todos los que la han felicitado a través de Instagram con un bonito mensaje lleno de alegría.
