Rebelión en la Zarzuela contra Letizia

Parece que a la reina Letizia le está costando hacerse un hueco en su puesto sin alterar el orden ni el humor de los que le rodean. El último incidente viene de la mano de los empleados de la Zarzuela.
Rebelión en la Zarzuela

Son ya varios los escándalos que se hacen públicos y que tienen que ver con la reina Letizia Ortiz Rocasolano. Y solo nos hemos enterado de unos pocos, pero imaginamos que tras las puertas del palacio de la Zarzuela se quedarán otros cuantos que no saldrán a la luz. Esta vez, parece que el último problema que ha habido con la actual reina de España ha sobrepasado los muros de palacio.Sin ir más lejos, los involucrados en este último asunto son los propios empleados de la Zarzuela, que al parecer nunca han visto con muy buenos ojos la entrada de Letizia en el palacio. Parece que a los trabajadores no les gusta cómo da las instrucciones y órdenes Letizia, y han decidido rebelarse contra ella. Ahora le miran directamente a los ojos. Algunos de ellos han presentado quejas, otros directamente se han ido, dado que no soportan trabajar para ella. Y es que estos roces entre el servicio de la casa y la actual reina de España comenzaron desde los inicios. Al parecer Letizia no entró con muy buen pie, y el hecho de pasearse por palacio con la libreta en la mano no sentaba muy bien. En otra ocasión debió decir algo así como "esto va a cambiar cuando mandemos nosotros", un comentario un tanto desafortunado que hizo en alto delante de algunos de los empleados. La situación debe ser bastante crítica, y si continúa así se terminará desconfigurando la estructura interna de trabajo del palacio de la Zarzuela.

Sin ir más lejos, los involucrados en este último asunto son los propios empleados de la Zarzuela, que al parecer nunca han visto con muy buenos ojos la entrada de Letizia en el palacio. Parece que a los trabajadores no les gusta cómo da las instrucciones y órdenes Letizia, y han decidido rebelarse contra ella. Ahora le miran directamente a los ojos. Algunos de ellos han presentado quejas, otros directamente se han ido, dado que no soportan trabajar para ella. Y es que estos roces entre el servicio de la casa y la actual reina de España comenzaron desde los inicios. Al parecer Letizia no entró con muy buen pie, y el hecho de pasearse por palacio con la libreta en la mano no sentaba muy bien. En otra ocasión debió decir algo así como "esto va a cambiar cuando mandemos nosotros", un comentario un tanto desafortunado que hizo en alto delante de algunos de los empleados. La situación debe ser bastante crítica, y si continúa así se terminará desconfigurando la estructura interna de trabajo del palacio de la Zarzuela.

Otro desencuentro más

Letizia Ortiz - Gtresonline

Como reina de estilo no parece haber ninguna queja (en la actualidad al menos, porque del pasado si que podemos rescatar alguna imagen con looks un poco especiales, incluso cuando estaba ya casada con el entonces príncipe Felipe), y de hecho suele ser icono de estilo para muchas de sus seguidoras, incluso en el extranjero. Pero donde no parece haber encajado tan bien es en todo lo que concierne a la corona española.

Lo cierto es que desde que la periodista entró en la vida de la Casa Real, ha habido muchas complicaciones en la familia de los borbones. Se dice que el desmoronamiento familiar no empezó hasta que ella llegó a la vida del entonces príncipe, y se le ha llegado a acusar de haber sido la causante de los desastres familiares. No creemos que sea mala persona, pero sí se dice que tiene un carácter muy complicado. Es más, ella misma tomó medidas para ello y comenzó a tratarse acudiendo a terapia, pero no parece haberle funcionado del todo.

Hace pocos meses, protagonizó un altercado en un centro comercial de El Corte Inglés de las afueras de Madrid, donde algunos de los dependientes dejaron testimonio de lo sucedido y de los gestos de altivez de Letizia hacia ellos. Tampoco podemos olvidar el violento incidente con la reina Sofía a la salida de la catedral de Palma de Mallorca. Un momento realmente embarazoso y que no cayó muy bien a muchos de los españoles.

Para que las cosas salten en público, debe ser algo bastante recurrente...

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