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Letizia Ortiz y sus supuesto "enganche" al botox ( te lo contamos todo lo que dicen sobre sus retoques )

Parece que es un secreto a voces que la Reina ha sufrido una metamorfosis a causa del bisturí. ¿Conoces todos los cambios a los que se ha sometido?

Tras prácticamente dos décadas como miembro de la Familia Real podemos asegurar que conocemos a la perfección el rostro de la reina Letizia. Además, es un rostro que ya habíamos visto anteriormente, en multitud de ocasiones desde la comodidad de nuestro hogar, como presentadora de los informativos de la televisión pública. Dónde Letizia desempeñaba su profesión, periodista y, también, dónde conoció al por entonces Príncipe Felipe por una entrevista. Por tanto, cuando decíamos que hemos visto y apreciado el rostro de Letizia en multitud de ocasiones es real. Lo tenemos interiorizado de manera consciente o subconsciente. Por este motivo, es fácil apreciar cuando la actual reina de España se transforma. En otros términos: cuando el bisturí se convierte en el mejor amigo de la reina.

Su vínculo con la cirugía ha sido desde el comienzo un tema TABÚ. Sí, con mayúsculas. Nadie se atrevía a afirmar lo evidente, nadie quería ser quién preguntará o, mejor dicho, nadie se atrevía porque las preguntas rondaban por la mente. Sin embargo, los pequeños retoquitos se fueron transformando, aumentado sus dimensiones y proporciones. Y de manera paralela el reparo empezó a desaparecer hasta ser tan sólo una leve neblina. Fue entonces cuando se abrió la veda, convirtiéndose en el tema del día. ¿Cuales eran las respuestas de estas interrogantes? Silencio o una rápida y nerviosa negativa era todo lo que se obtenía. Transcurría el tiempo y el cambio era cada vez mayor, al igual que la curiosidad. Ya no se admitía un silencio, ya no se admitía una simple negativa... se buscaba una explicación creíble. Una afirmación de que la reina Letizia había pasado por el escalpelo varias veces. Finalmente, cedió y admitió un cambio. Sólo uno: la nariz. Aseguró que "se había operado la nariz, por cuestiones de salud".

Aunque fue muy criticada por admitir, más tarde que pronto, el retoque por el que más le habían preguntado y dejar una amplía lista de posibles que no paraba de aumentar. La gran incógnita, la tesis central es: ¿confirmará o desmentirá su relación no tan secreta con el escalpelo? Aunque, quedan grandes incógnitas ante la larga lista de retoques que se le asocian, algo es algo. Dudamos que algún día confirme o desmienta esos retoquitos. Porque sí, Letizia se ha vuelto por decirlo de alguna manera: una espontánea adicta al bisturí. O volverá a justificarse con el "por cuestiones de salud". Realmente ¿qué tiene de malo admitir la cirugía? ¿Qué tiene de malo cambiar algo que es un complejo para ti? El tabú se estaba convirtiendo en la nueva regla sobre lo que se puede o no hablar.

Sin embargo, un exceso de operaciones estéticas puede tener el sentido contrario, existen operaciones que lejos de ser favorables o beneficiosas empeoran (aunque ese no es el resultado que se busque) el rostro o esa parte del cuerpo que has querido modificar - recordar que para gustos hay mil colores. ¿El motivo de este fracaso? La asiduidad en la que el cuerpo ha pasado por quirófano, un viaje que se convierte en una rutina altamente adictiva. Y, como se suele decir, toda adicción es mala. Provocando que esos rostros o cuerpos pierdan ese rasgo natural, esa identidad tan característica suya, pues se convierten en cierta forma en facciones artificiales. ¿Le ha pasado esto a la reina Letizia?

Letizia y su relación con el botox

Según el Dr. Junco, todo indica que Doña Letizia, de 48 años, desde que se casó, hace 16 años con 32, “recurre a tratamientos de medicina estética de forma regular, como cualquier otra persona que se cuida”.

Pero no por ello deja de entrar en juego la genética que, según palabras del Dr. Junco, "juega un papel importante en cuanto al inicio, la forma y la velocidad a la hora de envejecer, y en su caso juega un papel a favor”, y añade que, “en su caso todo indica que la Reina mantiene a raya los factores externos que agravan el envejecimiento, lo que significa que evita una alimentación desordenada, la poca hidratación, el alcohol en exceso, drogas, exposición solar, etc.”

¿Se está pasando Letizia de retoques? Por lo visto, según la experiencia del Dr. Junco, de más de 15 años dedicado a la cirugía y medicina estética, no porque “los tratamientos vitales e indispensables para prevenir y enlentecer el envejecimiento a nivel profundo son el bótox y el ácido hialurónico”.

La toxina botulínica en la piel de la reina Letizia.

No es factible un "enganche", como muchas personas apuntan, ya que no sería ni necesario. Nos explican que el efecto dura realmente cuatro meses, pero se aconseja esperar al sexto mes para hacer la sesión de mantenimiento. Por tanto, con 2 veces al año sería suficiente. Pero, como en todo, cada paciente es un mundo y, tal y como señala el Dr. Junco, “hay pacientes que no quieren esperar y a los cuatro meses acuden a la consulta, seguramente Doña Letizia sea una de ellas, realizando mantenimiento cada cuatro meses, es decir, tres veces al año”.

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