Ayer, los Reyes iniciaron su agenda de la semana acudiendo junto a sus hijas, la princesa Leonor y la infanta Sofía, al Congreso de los Diputados para presidir la Ceremonia de Apertura de la nueva Legislatura. A pesar de que no había nada que pudiera entristecer a doña Letizia, esta se mostró desde el principio muy seria y sus intentos por sonreír se quedaban en gestos forzados, notándose claramente que no quería abrir la boca.
Cada mueca, cada movimiento o cada look de la Reina Letizia en los actos a los que acude son, siempre, analizados al milímetro. Nada se escapa a los ojos de los asistentes, curiosos o periodistas, que estamos pendientes de cualquier cambio o actitud de la consorte de Felipe VI.
La Monarca, que siempre suele dedicar a su marido y a las niñas en cualquier evento público similar al que nos referimos la mejor de sus sonrisas, en esta ocasión no dejó que sus labios fueran de oreja a oreja, ni siquiera un poquito menos, siendo muy comentado este hecho.
Por ello, en los corrillos se especulaba con la seriedad de la Reina y cual era el motivo que tenía para actuar así, ya que si echamos la vista atrás, a cualquier otra imagen de parecidas circunstancias, nunca han faltado los gestos cariñosos o simpáticos en su cara, sobre todo dedicados a Leonor y a Sofía, para darles tranquilidad, además de al Rey como signo de apoyo.
Esta manera de actuar no parecía natural en absoluto, lo cual lleva a pensar que el motivo no es nada afectivo o sentimental, sino más bien físico. Ni a su llegada, ni cuando Felipe VI pronunció su discurso, ni cuando hablaba con la princesa y la infanta, ni al saludar a autoridades,… nada, la sonrisa no apareció. Lo que hace sospechar que podría ser algo muy concreto.
Ampliando una de las imágenes de este acto institucional, justo cuando abandonan el lugar, doña Letizia si abre la boca levemente y ahí se aprecia una fina raya oscura que recorre sus dientes, haciéndonos pensar que lo que realmente sucede es que lleva un corrector dental y no quería que nadie lo viera.
¿Por qué no abre la boca?
La seriedad de doña Letizia sorprendió a todos ya que siempre suele dedicar una sonrisa a sus hijas o a su marido, el Rey

Poca naturalidad
Ni siquiera cuando Felipe VI, a quien siempre ofrece sus gestos más cariñosos, dió su discurso la Reina se permitió un desliz.

Gesto forzado
Para doña Letizia es primordial arropar a sus hijas y cumplir su papel de Reina junto a su esposo, el rictus hierático que mantiene en esta ocasión sorprendió a todos

Retoque de belleza
Los rumores se decantaron por la posibilidad de que la Monarca llevara una ortodoncia invisible o similar, aunque debido a que apenas dejó al descubierto sus dientes se pudo corroborar tal tratamiento

Sobriedad Real
No hay duda de que aunque la Reina mostró sus muecas menos atractivas, supo cumplir perfectamente con el protocolo pertinente

Siempre pendiente de sus hijas
A la Reina Letizia le agrada estar pendiente de sus hijas, la Princesa Leonor y la Infanta Sofía, cuando acuden junto al Rey Felipe VI a cualquier acto oficial, buscando que se sientan cómodas y cumplan el protocolo

Lejos de la prensa
La Reina solo se permitió abrir la boca al final y con los fotógrafos bastante lejos.
