Que el público general esté interesado por encontrar maneras de optimizar su relación con los juguetes sexuales es signo de cómo hemos evolucionado socialmente y la naturalidad con la que los incluimos en nuestras vidas sexuales. Según un estudio sobre la masturbación llevado a cabo por Diversual en 2022 mediante una muestra de 5124 personas de entre 18 y más de 60 años, un 48,5% de personas con pene y casi 80% de personas con vulva alcanzan orgasmos más fácilmente cuando usan juguetes sexuales.
Además, un 81,2% de las personas encuestadas afirman que se masturban habitualmente o se han masturbado en compañía de su pareja. Por otro lado, en su estudio sobre los hábitos sexuales en España (de dónde han salido esos datos tan famoso sobre las provincias donde más sexo se practica), un 59,1% de lxs encuestadxs utiliza juguetes sexuales en pareja en la actualidad (2022) y un 71,9% ha utilizado al menos una vez en el pasados estos dispositivos.
Estos datos arrojan luz sobre la presencia que estos artículos tienen en la vida sexual de lxs españolxs, y cómo se está cultivando una actitud cada vez más positiva en cuanto a utilizarlos durante la masturbación de manera individual y en pareja. Asentadas las bases acerca de que los juguetes, lejos de ser enemigos de nadie, ayudan a ganar confianza durante las relaciones sexuales y proporcionan un puntito de novedad que pone en funcionamiento la imaginación de quienes los usan, podemos empezar a profundizar. Hay algunas cosas que tienen que ser básicos a la hora de usar juguetes eróticos. Hay que limpiarlos antes y después de su uso con jabón con pH neutro o productos específicos, guardarlos de manera individual para que sus materiales no se deterioren y usar lubricantes con base de agua (siempre, en serio, notarás la diferencia).
Teniendo esto claro vamos al centro del meollo:
Posturas sexuales para diferentes juguetes sexuales
Siempre se habla de juguetes como si formaran parte de una familia homogénea, pero dentro de este amplio grupo hay muchas categorías y muy variadas entre sí. Partiendo del presupuesto de que hay tantas posturas y formas de usar los juguetes como la imaginación nos dé, vamos a dar algunas propuestas en función de las características principales de cada subgrupo.
1-Posturas para succionadores
Los succionadores se volvieron famosos en 2014 cuando se empezaron a comercializar a un precio más accesible, pero ya venían causando furor unos años. Cuentan con un sistema que, sin entrar en contacto directo con el clítoris, y mediante una válvula de succión de aire, genera sensaciones muy placenteras en esa zona. En otro estudio sobre el orgasmo femenino llevado a cabo por Diversual un 62,6% de personas con vulva encuestadas respondieron que necesitan de la estimulación directa del clítoris para tener un orgasmo, por lo que se entiende el “boom” de este juguete.
Las mejores posturas para usarlo son aquellas en las que no se tenga acceso directo o fricción en el clítoris; como la penetración “a cuatro patas” o “ la vela”, que es una posición dónde la persona que es penetrada queda boca-arriba con las piernas unidas sujetadas por la persona que penetra, o abiertas sobre los hombros. De este modo se puede sentir la penetración y succión a la vez. En parejas con pene, se puede jugar succionando la zona del perineo, testículos (con cuidado), pezones, y el glande. Para parejas de personas con vulva, se puede utilizar abrazando el cuerpo de la otra persona por la espalda, ambas sentadas, estimulando toda la vulva con el succionador desde detrás.
2-Posturas para vibradores
Son aquellos con cuentan con uno o varios motores que simulan patrones de vibración distintos, y que pueden utilizarse para la penetración o para la estimulación superficial. Los más conocidos con los vibradores conejito, llamados así por tener unas orejitas de silicona que acarician el clítoris mientras el cuerpo del juguete, normalmente curvado, facilita el acceso a la zona G. Estos juguetes, si son introducidos, es mejor que sea en la vagina, ya que analmente al no tener un “tope”, hay riesgo de que se “pierdan”. Puede ser muy placentero introducirlos en la vagina con una posición “de rodillas”, ya que se aprovecha la colocación de la cadera y la forma del vibrador para acariciar la zona G (que es muy sensible y se encuentra a unos 5 cm de la entrada de la vagina). Las dos personas frente a frente, de rodillas, con juguetes en mano, puede ser una posición muy estimulante visualmente, y con muchas partes del cuerpo disponibles para hacer vibrar.
3-Posturas para dildos
Los dildos son aquellas piezas de silicona, cristal o metal que no tienen motor, por lo que no vibran, y que suelen tener un tope (como los plugs anales) o ventosas para ser fijados a otras superficies. También hay dildos dobles, para compartir la penetración con otra persona, anal o vaginalmente. Varían mucho en grosor y longitud, y los hay de colores o más realistas. Si el dildo tiene tope y se puede insertar analmente, es súper excitante (si te gusta ese tipo de estimulación) introducirlo mientras se masturba la zona genital manual u oralmente, como por ejemplo en un “69”. O frente a frente; una persona sentada sobre la otra, rodeándola con sus piernas. Si el dildo tiene ventosa, se puede adherir a una puerta o baldosa, y practicar sexo oral mientras se recibe la penetración del juguete.
4-Posturas para estimuladores prostáticos
Estos juguetes suelen ir más enfocados a personas con pene, pero son igualmente placenteros para el resto de personas. La diferencia con los plugs es que su diseño curvado estimula el punto P, y reproducen vibraciones y pulsaciones. Una persona con pene ala que le guste el sexo anal, probablemente disfrute mucho con este tipo de juguete. Se puede introducir mientras en la posición de “el perrito” se penetra a otra persona, o de pie contra una pared o una silla.
5-Posturas para juguetes para parejas
Hay una categoría especialmente interesante para su uso en pareja, y estos son los vibradores en forma de pinza o los huevos vibradores. Se pueden usar con control remoto mediante un mando y sacar del dormitorio las relaciones sexuales. Me atrevería a decir que la mejor postura para éstos es en cualquier contexto “no sexual”; en la terraza de un bar, un restaurante, el trabajo y, por qué no, en una reunión familiar a la que se vaya obligadx. Y como último consejito, siempre que se quiera ganar un poco de intensidad en la postura sexual, se pueden usar mantas, cojín y almohadas para colocar en la cadera, bajo las rodillas o la cabeza para crear más curvatura o para liberar de tensión los puntos de apoyo.
