Los reyes de España Letizia, algunas caídas en el olvido, pero otras siguen estando muy vigentes por su magnificencia, tanto que de haber existido redes sociales, como hoy en día, se hubieran hecho virales. Hacemos repaso a algunos de esos momentos que se vivieron en la Catedral de la Almudena y, también, en el banquete nupcial posterior, donde el hecho de que entre sus 1.200 invitados la gran mayoría fueses representantes de otras casas reales, jefes de Estado o grandes personalidades del mundo de la cultura, de la ciencia y del arte no impidieron que hubiera peleas y robos.
En esa jornada histórica en España la lluvia también estuvo presente durante todo el día, lo que deslució el acontecimiento. Era la primera boda que se celebraba en la catedral madrileña de un miembro de la Familia Real, pues el templo fue inaugurado en 1993. La reina Sofía y Cristina. También ella se encargó de llevar a sus nietos a las pruebas que se realizaron para que todo saliese bien ese día, pero nadie contó con la espontaneidad del nieto mayor de los ahora reyes emérito, que era un niño muy inquieto y le dio una patada a una de sus primas. Todo quedó en una divertida anécdota, que ha sido inmortalizada por el objetivo, al igual que otras muchas.
Doña Sofía tuvo un gran protagonismo en la ceremonia, como madre y madrina del novio, mientras que el padrino fue el padre de Letizia, Jesús Ortiz. Todas las miradas estaban puestas en la familia de la novia y todos sorprendieron con su gran elegancia y simpatía, tanto en la boda como en todos los actos que se celebraron en los días previos con motivo de la boda real que unió al entonces Príncipe de Asturias con Letizia Ortiz Rocasolano, una periodista que trabajaba en televisión y que robó el corazón del heredero a la Corona.
'Novia mojada, novia afortunada'
El 22 de mayo fue un día muy lluvioso, en el que apenas salió el sol. Pese a ello, se dice que: "novia mojada, novia afortunada" y, lo cierto, es que Letizia no paró de sonreír en todo el día.

Letizia, con fiebre y sin dormir
No fue el día con el que Letizia había soñado, pues estaba con fiebre y apenas había dormido, pues la cena de la noche anterior se prolongó hasta bien entrada la noche y tuvo que levantarse a las siete de la mañana para preparar su maquillaje y peinado.

El ramo, un guiño Borbón
Letizia eligió para el día de su boda un ramo que estaba formado por lirios (emblema de los Borbones y que aparece en su escudo) así como la flor de manzano, en honor al Principado de Asturias y espigas de trigo, que evocan a las fertilidad y a la alegría.

Las arras
En el momento en que el cardenal Rouco Varela, que fue quien ofició la boda, iba a entregar las arras al príncipe Felipe, una de las monedas cayó sobre unas flores que adornaban el altar. El arzobispo de Madrid la recogió y se la entregó al Príncipe, quien ya había recibido previamente las otras 12 monedas.

El olvido 'real'
Durante la ceremonia religiosa, en el momento del intercambio de las arras, el entonces heredero de la corona sufrió un pequeño despiste, motivado por los nervios, y estuvo a punto de olvidar las palabras que debía pronunciar.

La patada de Froilán
Uno de los momentos más memorables se produjo cuando Froilán, que encabezaba el grupo de pajes y damas de honor, le propició una patada a Victoria López-Quesada Borbón Dos Sicilias, su prima e hija del infante Carlos.

Ausencia de Ernesto de Hannover
Carolina de Mónaco tuvo que acudir sola a la Catedral de la Almudena, pues su marido, Ernesto de Hannover, había trasnochado la noche anterior y prefirió sumarse a la celebración ya en el banquete nupcial.

Robo de cubiertos
Después de finalizar el banquete nupcial y cuando se disponían a recoger las mesas en la que habían almorzado los invitados a la boda, comprobaron con asombro que faltaban varios cubiertos, platitos de pan y saleros, todos ellos de plata.

Discusión sucesoria
En el almuerzo nupcial se produjo una pelea entre Víctor Manuel de Saboya y Amadeo de Aosta, ambos pretendientes al desaparecido trono italiano. Ana María de Grecia, tía de don Felipe, se vio obligada a separarlos.

Tres inolvidables besos
Los novios se besaron en tres ocasiones, la primera cuando Letizia llegó al altar, la segunda desde el balcón del Palacio Real, pues estaba muy nerviosa Letizia, y la tercera durante el brindis ante sus más de 1.200 invitados.

Una boda para el recuerdo
El enlace de la pareja fue retransmitida y seguida por una amplia audiencia de principio a fin.
