La creación de tan solo un vaquero requiere entre 2.000 y 3.000 litros de agua, además de componentes tóxicos para el tinte o el estampado, convirtiéndolo en una de las prendas más contaminantes del mercado. La concienciación generalizada que se está llevando a cabo en la moda en este marco ha contribuido a que algunas firmas como H&M desarrollen líneas ecológicas. Su último logro es Econyl, tejido estrella de su colección Conscious 2018, realizada a partir de redes de peces. Mango y Zara, con prendas a base de algodón orgánico, han seguido a la firma sueca en los últimos años. Su programa de recogida de ropa es uno de sus grandes éxitos. Ante esta situación, otras marcas de jeans iniciaron una pequeña revolución en sus procesos de fabricación.
G-Star Raw anunció el pasado mes de diciembre el lanzamiento de su G-Star Elwood RFTPi, primer vaquero "responsable" cuyo tejido está certificado Cradle to Cradle, uno de los labeles ecológicos más extendidos. ¿El secreto? El algodón, integralmente orgánico, cultivado sin pesticidas o productos contaminantes. Desarrollada junto a Dystar y Artistic Milliners, una nueva fórmula de tecnología índigo también fue desarrollada para utilizar un 70% menos de productos tóxicos durante el proceso de reducción y tinte. A su vez, las técnicas de lavado permiten reciclar y reutilizar un 98% del agua.

Levi's también se ha sumado al proceso. El Eureka Lab ha desarrollado el proyecto innovador llamado FLX (para Future-Led Execution) que consiste en la utilización de la tecnología láser para la fabricación de sus míticos vaqueros. ¿Cómo se aplica este nuevo método? El láser, a partir de la tecnología infrarojo, detecta automáticamente el prototipo de la prenda y crea por ejemplo los rotos o bordados deseados, sin la necesidad de un proceso manual. Pero la pregunta real es… ¿Por qué? Este proceso permitiría reducir por tres el número de etapas necesarias (actualmente se pueden contar entre 18 y 24 según el tipo de prenda) a la fabricación de un par, y sobre todo, eliminar los métodos basados en el uso de productos nocivos y contaminantes para el medioambiente. El efecto desgastado de un vaquero requiere un tratamiento especialmente intensivo. Con este nuevo proyecto la marca apuesta, además de por una técnica más respetuosa, por una mayor rapidez en el tiempo de producción. Tan solo 90 segundos serán necesarios para que la prenda quede perfecta. En la actualidad una hora entera es necesaria para fabricar entre dos a tres pantalones vaqueros. A nivel económico, la marca puede evidentemente verse beneficiada al poder anticipar y ceñirse a las demandas en un tiempo récord.
El proyecto está de momento en su fase inicial pero la marca de vaqueros por excelencia se ha comprometido a dejar de fabricar sus vaqueros de forma tradicional de aquí a 2020. La firma, cuyo auge ha sido constante hasta ahora, podría sin embargo enfrentarse a problemas en el mercado exterior debido a los conflictos económicos entre Estados Unidos y Europa. Ante la amenaza de Donald Trump de imponer aranceles al acero y al aluminio importado del continente para proteger su industria, el presidente de la Comisión Europea, Jean Claude Juncker, aseguró que Europa también aplicaría medidas para marcas estadounidenses como Levi’s.
Innovación constante

¿Te acuerdas de la chaqueta conectada? Este curioso prototipo nació de la colaboración de Google y Levi’s en marzo de 2017. Enmarcada en el famoso Project Jacquard (un proyecto de unión entre moda y tecnología más exclusiva), pretendía conseguir que cualquier persona, y especialmente los ciclistas, permanecieran conectados sin tener que consultar físicamente su teléfono. La Commuter Trucker Jacket combina el estilo clásico característico de la marca con habilidades tecnológicas especialmente destacables. Tan duradera como otros modelos de la marca, se empezó a vender en Estados Unidos por un poco menos de 300 euros.