El estado de alarma, decretado el pasado 14 de marzo ante la crisis del coronavirus, implicó el cierre de los establecimientos públicos, entre ellos, las tiendas de ropa. Inditex, que cuenta con algunas de las firmas de mayor importancia en nuestro país como Zara o Massimo Dutti, cerró por consiguiente sus más de 1.600 locales en España. Aun así y al igual que muchas otras firmas de moda, optó por seguir garantizando la venta en línea, con la opción de entrega aplazada para permitir a sus compradores comprar ahora y recibir su paquete al final de la cuarentena.
Tras casi dos meses de confinamiento, el gigante ha anunciado el inicio de su proceso de desescalada con la reapertura de algunas de sus tiendas este jueves: en concreto, las de menos de 400 metros cuadrados que no se encuentren en un centro comercial. Es el primer grupo en hacerlo antes del inicio de la fase 1. Se podrá acudir a las tiendas con cita previa (no a través de la página web sino de un teléfono habilitado en cada tienda). Solo habrá un cliente por trabajador para evitar aglomeraciones y un trato preferente para los mayores de 65 años. Como ya había anunciado el grupo en un comunicado, se aplicarán todas las medidas de higiene y protección como el distanciamiento social para garantizar la seguridad de empleados y clientes. Todas las tiendas tendrán a su disposición gel alcohólico y limitarán su aforo a un 30 %. Habrá que esperar al 25 de mayo para la reapertura del conjunto de sus tiendas.
Ante la crisis

¿Qué ocurría hasta ahora con la mercancía en tiendas físicas? El grupo había decidido darle salida, recuperando todas las prendas que actualmente, por lógica, no se puede comprar, gracias a la acción de más de 800 voluntarios en 290 tiendas seleccionadas por Inditex. De forma organizada y con una garantía de protección óptima para evitar contagios, los empleados habían "rescatado" la mercancía de manera a perpetuar el sistema de "stock integrado", que consiste en distribuir el producto de la tienda más cercana que hay.
El grupo ha sido uno de los más activos en la lucha. “En estos momentos difíciles que estamos viviendo en todo el mundo, me gustaría en primer lugar y por encima de cualquier otra consideración expresar nuestra solidaridad con las personas que están siendo afectadas por el brote de Coronavirus COVID-19” introducía su comunicado. Inditex puso a disposición su capacidad logística y realizó una donación de más de 300.000 mascarillas quirúrgicas protectora y la Fundación Amancio Ortega donó asimismo 63 millones de euros en material sanitario como tests y respiradores para frenar el virus. El grupo se comprometió a preservar el empleo de los más de 25.000 trabajadores en tienda, tirando de fondos propios.
A estas medidas, se suma también una concienciación en línea de los consumidores gracias a acciones como el #200challenge, que consistió en separar las letras de los logos de sus marcas para recordar la importancia del distanciamiento social o la presentación de su colección de verano en las propias casas de las modelos que habitualmente posan para el catálogo de Zara.