Aún no tenemos muy claro cómo ha ocurrido, pero Cate Blanchett ha pasado de ser una actriz a las que adorábamos por sus interpretaciones, a convertirse en una musa de estilo de manual. Por supuesto, ambos conceptos son totalmente compatibles, pero nosotras nos referimos a que, antes, no teníamos especialmente en cuenta los looks de la australiana, mientras que ahora cada nueva aparición genera frenesí en la redacción.

Cate Blanchett es sinónimo de elegancia, sofisticación, riesgo y minimalismo al mismo tiempo. Aunque parezca imposible combinar todas estas ideas en un look, la actriz lo logra con creces. De hecho, en Marie Claire tan solo podemos aplaudir el excelente trabajo de su equipo de estilismo, que acompañado de la elegancia innata de Cate, generan un binomio indestructible.

La 81.ª edición del Festival Internacional de Cine de Venecia arrancó de forma oficial ayer con el estreno de 'Beetlejuice Beetlejuice'. Hasta el próximo 7 de septiembre tenemos una cita con el Lido de Venecia y las famosas más imponentes del panorama internacional. Hace apenas unos minutos que hemos visto la segunda aparición pública de Blanchett, que pisó anoche la alfombra roja de inauguración del Festival de Venecia, y su outfit es sencillamente perfecto.

No apto para fashionistas tímidas que quieran pasar desapercibida, Blanchett reinventa con este look el uso del clásico traje de chaqueta. En este caso, se queda con una propuesta de la colección otoño-invierno 2024/25 de Moschino. Este dos piezas emplea el binomio cromático más repetido de la historia, blanco y negro, en un formato original y atemporal a la vez. La actriz abraza el tradicional estampado de lunares en formato maxi, dejando claro que a trendy no la gana nadie.

Al verla, lo hemos tenido claro, las invitadas +50 que tengan una boda de tarde este otoño y quieran huir del típico vestido de fiesta, pueden inspirarse en la australiana para construir un look formal, innovador y chic. Este outfit es cómodo y transita genial de la tarde a la noche, además de estar protagonizado por dos piezas que (casi) todas tenemos en el armario: una camisa blanca y unos zapatos de tacón negro. Gracias, Cate, por una nueva demostración de cómo ser una mujer con personalidad y luz propia.