Sassa de Osma y su madre conquistan la primavera 2025 con vestidos estampados a juego

Descubre cómo Sassa de Osma y su madre conquistaron la temporada con vestidos a juego llenos de estilo y sofisticación.
Sassa De Osma y su madre comparten estilo esta primavera - GTRES

La primavera de 2025 no solo ha traído consigo nuevas tendencias, sino también inspiradoras formas de vivir la moda desde la complicidad y el vínculo familiar. Un claro ejemplo lo encontramos en la aparición conjunta de Sassa de Osma y su madre, Elizabeth Foy Vásquez, quienes han capturado todas las miradas al lucir estilismos coordinados cargados de elegancia, frescura y sofisticación. Lejos de ser una mera coincidencia, su elección de vestidos estampados vibrantes representa una declaración de intenciones: la moda puede ser un espacio de diálogo íntimo entre generaciones. Ambas han sabido interpretar las claves del estilo primaveral con acierto y delicadeza, apostando por siluetas fluidas, tejidos ligeros y estampados cargados de vida que evocan la esencia de la temporada.

Estrategias de estilo: madre e hija en perfecta armonía

La primavera 2025 irrumpe con su habitual explosión de color y frescura, marcando la vuelta de las altas temperaturas, sino también un cambio en nuestros fondos de armario. Y si hay un dúo que ha sabido interpretar con elegancia y sensibilidad la sinfonía estética de esta temporada, es el formado por Sassa de Osma y su madre, Elizabeth Foy Vásquez. Juntas, han logrado lo que pocas consiguen: hacer de la moda un lenguaje emocional que trasciende edades, generaciones y tendencias pasajeras.

@sassadeo

Durante una de sus más recientes apariciones, madre e hija captaron todas las miradas con dos vestidos ideales para esta temporada de primavera/verano. Ambas lucieron diseños estampados con cortes fluidos, tejidos ligeros y una paleta cromática llamativa, pero que no caía en estridencias innecesarias. Lejos del atuendo duplicado, lo suyo fue una coreografía de estilos: complementarios, distintos y perfectamente en sintonía.

El arte del estampado: poesía visual en movimiento

Sassa, siempre impecable, eligió un vestido de silueta favorecedora adornado con un estampado floral multicolor, evocador y vibrante. Destacaba el contraste creado por los puños en blanco y el cuello estilo camisero, que daba el toque de gracia. En cuanto a su madre, apostó por un diseño que abrazaba lo bohemio con sofisticación, una interpretación ‘boho-chic’ con notas etéreas que susurraban libertad sin perder el refinamiento. Con una versión más clara que el de Sassa, también contaba con muchos de los colores del vestido de su hija, yendo perfectamente coordinadas (pero cada una con su esencia personal).

Ambos vestidos contaban una historia distinta, pero unidas por el mismo hilo: el poder del print como identidad. Lejos de lo predecible, madre e hija reinterpretaron el estampado como una firma de estilo, demostrando que la elección de patrones puede ser tan personal como un perfume o una joya heredada.

Accesorios que hablan: detalles con alma

En el universo de los estilismos bien pensados, los accesorios son los que marcan por completo la diferencia en el resultado. Y aquí, de nuevo, la atención al detalle marcó la diferencia. Sassa eligió unas merceditas burdeos —un guiño retro con aire contemporáneo— que combinaban comodidad y sofisticación con una naturalidad envidiable.

Elizabeth, en sintonía con su espíritu relajado y chic, optó por unas alpargatas de cuña en tono crudo, esas eternas aliadas del estilo mediterráneo que cada primavera reclaman su lugar con autoridad y gracia. Ambas elecciones fueron coherentes con sus looks, elevándolos sin esfuerzo, como solo lo hace quien conoce bien el arte de vestir sin disfrazarse.

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