Regresa a Zara el vestido bordado de Miranda Rijnsburger que ya conquistó hace una década

Redescubre el vestido con bordado inglés que Miranda Rijnsburger llevó hace 10 años, ahora disponible en Zara.
El vestido blanco bordado más bonito de la temporada está en Zara - GTRES

Hablar de Miranda Rijnsburger es hablar de una mujer que ha hecho del estilo clásico y la sofisticación relajada su firma personal. Lejos de los focos pero siempre presente en la conversación fashionista, la exmodelo neerlandesa ha demostrado que se puede marcar tendencia desde la discreción. Hace una década, sorprendió en el aeropuerto de Barcelona con un look que aún hoy sigue siendo fuente de inspiración: un vestido blanco de bordado inglés que combinó magistralmente con sandalias doradas planas. Aquella imagen no solo dejó huella en la memoria colectiva de los amantes de la moda, sino que consagró una estética que hoy vuelve a estar de plena actualidad gracias a Zara. La firma ha relanzado una versión muy similar del icónico vestido, desatando una oleada de nostalgia y confirmando que el estilo de Miranda es, sin duda, atemporal.

El poder de la sencillez elevada

Lo que convirtió ese look de Miranda en algo icónico no fue solo la belleza del vestido, sino cómo lo llevó. Su apuesta por el “menos es más” —falda de vuelo, parte superior ceñida, sandalias planas doradas y rostro apenas maquillado— es una lección de estilo contemporáneo. En una era en la que muchas celebrities compiten por la atención con estilismos recargados, Miranda apostó por lo esencial: prendas bien cortadas, tejidos de calidad y una actitud serena. El resultado fue un conjunto que hablaba de verano, elegancia y naturalidad. Una muestra de que la autenticidad también puede ser tendencia.

Bordado inglés: un clásico que no caduca

El bordado inglés tiene algo de mágico. Evoca feminidad, romanticismo y tradición, pero también es tremendamente versátil. Miranda lo demostró hace diez años y las firmas actuales lo confirman hoy. Zara, por ejemplo, lo reinterpreta en vestidos, blusas y tops que conservan ese aire ligero y fresco que tanto enamora. Su capacidad para elevar una prenda sencilla lo convierte en un recurso infalible para quienes quieren vestir con elegancia sin esfuerzo. En el vestido que popularizó Rijnsburger, el bordado no solo adornaba: estructuraba, embellecía y definía una silueta con la que cualquier mujer podía identificarse.

El vestido bordado blanco visto en Zara

Cómo llevarlo hoy (y no fallar)

Para recrear el estilismo de Miranda hoy, las claves son claras: naturalidad, comodidad y pequeños toques de lujo. El vestido blanco con bordado inglés funciona tanto con sandalias planas como con alpargatas, mules o incluso unas esparteñas de cuña para un aire más bohemio. En cuanto a accesorios, menos es más: joyas mínimas, un clutch discreto y, si se desea, un pañuelo anudado al cuello o al bolso. Lo esencial es que la prenda hable por sí sola. Y lo hace. Porque este tipo de vestido no solo viste, también transmite una actitud: la de una mujer que no necesita artificios para destacar.

Vestido blanco bordado de Zara

Precio: 69,95 euros.

La mirada sostenible sobre las piezas eternas

En plena era del consumo responsable, invertir en prendas como esta tiene más sentido que nunca. Son versátiles, transgeneracionales y resisten al paso del tiempo tanto en calidad como en estética. Además, permiten múltiples combinaciones a lo largo del año: con una chaqueta vaquera en primavera, con un cárdigan ligero en otoño o incluso con un blazer de lino para una versión más pulida. La vuelta de este diseño a las tiendas representa una oportunidad no solo para recordar un momento de estilo legendario, sino para abrazar una moda más consciente, basada en la duración y no en la novedad efímera.

El efecto Miranda, ahora en Zara

Zara ha captado a la perfección el deseo de muchas mujeres por revivir ese look que definió el chic relajado de los 2010. Su nueva versión del vestido de Miranda Rijnsburger mantiene la esencia: blanco impoluto, bordado inglés, silueta favorecedora y esa estética que parece decir “me he arreglado sin esfuerzo”. En un contexto de saturación visual y moda acelerada, prendas como esta devuelven el foco a lo esencial. Y es que el verdadero lujo —como bien sabe Miranda— no está en llamar la atención, sino en dejar una impresión imborrable sin alzar la voz.

Recomendamos en