Febrero de 2019. La actriz canadiense acudió al programa de Stephen Colbert en el canal CBS, para promocionar The Umbrella Academy. En la serie de Netflix, una familia de superhéroes busca su origen. En el late-show, Ellen Page intentó encontrar el de los delitos de odio en Estados Unidos. A Jussie Smollett dos hombres enmascarados, había contado el actor, lo asaltaron. Le colocaron una cuerda alrededor del cuello y le vejaron. Lo insultaban por su raza y por su homosexualidad. Acabaron el ataque rociándole un producto químico en el rostro. Y aun así, denunció Page, hay medios de comunicación que se plantean si el episodio se trataba de una muestra de homofobia. El debate, remarcó, no existía. Era, sin duda, un acto homofóbico. Y que cabezas de la política como el vicepresidente de los Estados Unidos Mike Pence apoyen medidas para que los miembros del ejército estadounidense deban ocultar su condición sexual o continúen afirmando, en sus rallies y mítines, que el matrimonio homosexual es "señal del colapso social" no ayuda. Provoca. Incita. Causa.
“La urgencia”, comenzó desde el sofá de Colbert, “es gravísima, pero aún tenemos medios de comunicación que casi no hablan del tema. Tenemos medios, de hecho, afirmando que clasificar como crimen de odio lo que le ha pasado a Jussie Smollett es debatible. Es absurdo. Esta mierda no es un debate”. En uno de los últimos informes del FBI sobre delitos de odio, publicado en noviembre de 2018, la agencia estadounidense aseguró que los casos habían aumentado en un 17% en los pasados doce meses. En parte de las causas pretendió incidir Page. La actriz miró hacia el gobierno. Se fijó en Pence. En sus días como gobernador de Indiana ya había hecho, afirmó, suficiente daño. “Si estás en una posición de poder y odias a la gente y quieres causarle daño, si te molestas en hacer el esfuerzo, si pasas toda tu carrera intentando causar sufrimiento, ¿qué crees que va a suceder? A los niños les van a hacer bullying y se van a matar. La gente en la calle va a recibir palizas”.
Page saltó de lo general a lo concreto. Se giró hacia sí misma. En 2014 la actriz contrajo matrimonio con la bailarina y coreógrafa Emma Portner, a la que, cuentan, conoció por Instagram. Es consciente de su situación privilegiada. Lo sabe porque lo ha visto. Con su amigo Ian Daniel, Page ha recorrido medio planeta en busca de historias de la comunidad LGTBI. El programa Gaycation (un juego de palabras con gay y vacation, vacaciones), que en España emite Odisea, recoge la epopeya activista.
“He viajado por todo el mundo y he conocido a las gentes más marginadas que pueden llegar a ser. Yo tengo suerte de poder tener este espacio y el privilegio de decir esto. Esto tiene que putoparar”.