El próximo 8 de julio tendrá lugar en Mónaco el tradicional Baile de la Rosa, uno de los eventos más prestigiosos del año en el Principado que está vinculado históricamente a la familia Grimaldi. Una cita que marca el inicio de la primavera, y que este año ha tenido que aplazarse debido a la situación sanitaria vivida en Francia con motivo del coronavirus. La gran duda a día de hoy sigue siendo saber si la princesa Charlene de Mónaco asistirá finalmente a un acto que será presidido por los príncipes Carolina y Alberto de Mónaco.
La presencia de la princesa Charlene de Mónaco en la próxima edición del Baile de la Rosa está generando una gran expectación en el Principado, al tratarse de un evento al que no acude desde el año 2014. La mujer del príncipe Alberto se reincorporó a la vida pública a finales del mes de abril, tras permanecer quince meses alejada de los actos institucionales de la familia debido a una grave infección que contrajo durante su viaje a Sudáfrica en marzo de 2021. Desde su reaparición, el papel de la princesa Carolina de Mónaco ha quedado relegado de nuevo a un segundo plano en favor de su cuñada, quien poco a poco ha comenzado a recuperar su actividad institucional tras superar también su contagio por coronavirus de principios de mes. La noche del 17 de junio fue la fecha escogida por la princesa Charlene para su tan esperada reaparición. La mujer del príncipe Alberto de Mónaco acudió de la mano de su marido a la inauguración del Festival de Televisión de Montecarlo, que este año celebraba su 61º edición. La princesa monegasca consiguió acaparar la atención de todos los focos a su llegada al photocall, donde deslumbró gracias a un elegante vestido verde esmeralda firmado por Lanvin.
A pesar de que en las últimas semanas la princesa Charlene ha dado muestras de haberse recuperado definitivamente de sus graves problemas de salud de los últimos meses, el Principado no ha confirmado su presencia en el tradicional Baile de la Rosa. Un evento que este año se celebrará en la Salle des Etoiles del Sporting Monte-Carlo el próximo viernes 8 de julio, y que será presidido por los príncipes Carolina y Alberto de Mónaco. Además de los principales miembros de la Familia Real monegasca y de diferentes aristócratas europeos, numerosos celebrities y millonarios locales suelen acudir cada año a este lujoso evento, que cada año reúne a cientos de invitados en el Principado de Mónaco.
La que no va a perderse esta cita tan importante es la princesa Carolina de Mónaco, quien junto con su hermano Alberto será la encargada de presidir el evento. La desaparición de su cuñada de la escena pública le ha otorgado mucho más protagonismo en la familia. Su presencia en diferentes actos institucionales celebrados durante los últimos meses le ha llevado a acercar posiciones con respecto a su hermano, llegando a convertirse en uña y carne. Carolina de Mónaco ha ganado mucho más peso y protagonismo en la agenda del Principado, y ha pasado de estar prácticamente desaparecida de la escena pública a permanecer omnipresente en la misma. El hecho de que la hermana mayor de los Grimaldi haya aprovechado la ausencia por enfermedad de su cuñada para acompañar a su hermano Alberto en varios de los compromisos oficiales de la familia, ha hecho que vuelva a sonar con fuerza la idea de que su relación con Charlene está muy lejos de ser idílica.
Los rumores de la mala relación que mantienen Carolina y Charlene llevan tiempo sonando con mucha fuerza en el país. Aunque desde el Principado de Mónaco han optado por mantenerse al margen de este asunto, la realidad es que llevan varios años evitando coincidir en diferentes compromisos oficiales de la familia; y solo hemos podido verlas coincidir durante las celebraciones con motivo del Día Nacional de Mónaco. La celebración de este tradicional baile podría ser un momento clave para ayudarnos a entender cómo es la relación actual entre ellas. Todavía no existe ninguna confirmación oficial en relación a la asistencia de Charlene, por lo que ambas mujeres podrían coincidir en un acto institucional después de más de dos años; aunque todo apunta a que será Carolina de Mónaco la que vuelva a ejercer de Primera Dama de la mano de su hermano Alberto.
El Baile de la Rosa es conocido mundialmente por ser el compromiso social más importante del año en el Principado de Mónaco. Se trata de un lujoso acto que esconde una gran causa solidaria, ya que sirve para recaudar fondos para la Fundación Princesa Grace de Mónaco, creada en honor a la fallecida Grace Kelly. La familia Grimaldi lleva organizando esta fiesta más de 50 años, y entre sus invitados suelen encontrarse importantes invitados de la alta sociedad. Los estilismos de los principales miembros de la Familia Real monegasca suelen ocupar las portadas de todo el mundo, ya que sus diseños son obra de los mejores modistos de todo el planeta. La vestimenta es sin duda uno de los aspectos más llamativos de esta lujosa fiesta, ya que cada año los invitados deben elegir sus estilismos en función de la temática escogida para la misma. La decoración, música e incluso el menú de la cena también van acompasados con la temática de cada año.
Este año la velada benéfica más importante del año en Mónaco estará inspirada en los años 20. El encargado de la dirección artística será Christian Louboutin, el diseñador de calzado que sucedió a Karl Lagerfeld tras su fallecimiento en 2019. El Baile de la Rosa de este año pasará a la historia por ser el primero que se celebre tras la muerte del prestigioso diseñador de moda alemán, quien además de actuar como director creativo de la velada en los últimos años, mantenía una gran amistad con la princesa Carolina de Mónaco.
Charlene se estrenó en el Baile de Rosa en 2008
Alberto y Charlene se conocieron en el año 2000, aunque no hicieron oficial su relación hasta 2006. En marzo de 2008 se estrenó como acompañante del príncipe Alberto, quien hasta ese entonces había acudido acompañado únicamente por su hermana Carolina de Mónaco.
2009
2010
2012
2013
Su última aparición en el Baile de la Rosa
La princesa Charlene asistió por última vez al tradicional Baile de la Rosa en marzo de 2014. Su ausencia en este evento tan importante para los Grimaldi hizo que creciera nuevamente el protagonismo de su cuñada, la princesa Carolina de Mónaco.
