Letizia, la mutación física 360 de una Reina al cumplir los 50

Doña Letizia ha experimentado una metamorfosis que va mucho más allá de su rostro.
Reina Letizia

Doña Letizia Ortiz Rocasolano alcanza los 50 años de edad este 15 de septiembre. Una cifra redonda de la que se viene hablando desde hace varias semanas pero que en los últimos días ha quedado eclipsada por el fallecimiento de otra Reina, Isabel II. La actualidad monárquica está en un pico máximo, pero la llegada al medio siglo de nuestra consorte invita a echar la mirada hacia atrás para contemplar cómo el paso del tiempo ha configurado a la actual Letizia, que poco o nada tiene que ver con aquella que conquistó al por entonces príncipe de Asturias, Felipe VI.

La asturiana era conocida a comienzos de los 2.000, una década muy importante por la transición europea de nuestro país, por ser uno de los rostros más conocidos de la información en televisión. Letizia presentaba el Telediario de TVE y formaba un tándem junto a Alfredo Urdaci que fue muy recordado. Por aquel entonces era 'Reina' de información, pero en 2003 firmaría su cambio de vida para siempre. Se enamoró perdidamente del heredero a la corona española y desde el primer beso ya tenía claro que algún día sería Reina en su primera connotación.

Letizia era una periodista conocida pero que vivía humildemente en su piso de soltera del madrileño barrio de Valdebernardo, al este de Madrid, perteneciente al distrito de Vicálvaro. Sus tiempos como princesa de Asturias tuvieron su epicentro el 22 de mayo de 2004, cuando se subió al altar de la imponente Catedral de La Almudena, con un radiante diseño nupcial de Lorenzo Caprile, para decir sí quiero a Felipe de Borbón. Ese día arrancó un camino que hoy en día continúa transitando pero con un buen puñado de cambios en su vida.

A nivel físico es una evidencia cómo el paso del tiempo ha configurado a la actual Letizia. Mucho se ha hablado de su transformación física. Sus retoques han sido evidentes aunque no todos confirmados por ella misma. Nariz, mentón, cejas, ojeras, labios o surco nasogeniano han sido solo algunas de las zonas que la esposa del rey Felipe ha mejorado en las últimas décadas. El que abrió la veda fue una septorrinoplastia a la que se sometió por prescripción médica y con el fin de solucionar sus problemas respiratorios. Si bien es cierto que su mutación física alcanza más allá de su cuerpo o de su cara, también hay componentes de su personalidad o de relación con otros miembros de la Familia Real que se han modificado sustancialmente y que repasamos a continuación en nuestra galería.

Reina de actualidad

Esta imagen de doña Letizia frente a las cámaras y con un croma en su espalda era la más vista cada día ya que era la presentadora del Telediario de Televisión Española.

Periodista, princesa y Reina

Estábamos a comienzos de la década de los 2.000 y la información no cesaba con la entrada de España en la Unión Europea y otros puntos de actualidad que Letizia Ortiz contaba cada día desde el plató de los estudios que el ente público tiene en Torrespaña. Eran instantes de calma antes de dar forma a su gran cambio de vida.

Primera aparición junto a Felipe VI

Este apretón de manos fue la primera imagen de Felipe y Letizia juntos una vez conocido su noviazgo. Por aquel entonces ya era princesa de Asturias y su camino hacia la corona había comenzado.

''¿Me dejas terminar?''

Letizia dio pronto habida cuenta de su fuerte personalidad y uno de los momentos más recordados tuvo lugar durante su petición de mano en el Palacio de El Pardo. Letizia hablaba y Felipe hizo un inciso en la intervención de su novia, a lo que la hija de Paloma Rocasolano sentenció con un lapidario: "¿Me dejas terminar?", que a día de hoy sigue siendo muy comentado.

Imágenes que nunca volvieron

Los príncipes de Asturias eran muy buscados allá por donde iban. Uno de sus planes favoritos cada verano era navegar a bordo de un yate y disfrutar de su incipiente amor. Sin embargo, conforme han pasado los años han ido aumentando su hermetismo y rehusando de hacer planes como esos, en los que eran objetivo fácil de los paparazzi. Nunca más se les ha vuelto a ver de esa guisa y desde hace optan por vacaciones privadas cuyo destino no confiesan nunca.

Su papel en público

Pese a ser princesa y después consorte, doña Letizia ha ido ganando mucha presencia en todos los actos que hace junto al Rey de España, además de ganarse el favor de los españoles.

El rostro

Como hemos comentando anteriormente, el rostro de doña Letizia ha ido experimentando cambios hasta configurarse en el actual. Pómulos marcados, adiós a las arrugas o solo el uso del maquillaje (a menudo natural) han sido algunos de sus retoques más llamativos.

Musculación

Mención aparece merece la complexión física de nuestra Reina. Letizia es toda una amante del deporte. Lo practica regularmente en Palacio, siendo el pilates una de sus disciplinas favoritas. No obstante, tampoco renuncia al entrenamiento de fuerza, amén de llevar una alimentación saludable y equilibrada, que dan como resultado un cuerpo muy definido.

Un escollo vigilado de cerca

Es de dominio público que su relación con el rey Juan Carlos no ha sido ni mucho menos la mejor ni la más fluida. Expertos en realeza aseguraron que Don Juan Carlos I no veía con buenos ojos la relación de su hijo con la periodista por sus orígenes humildes. El exilio del emérito a Abu Dabi ha hecho que Letizia ponga tierra de por medio con su suegro, pero siempre pendientes de sus pasos, como ahora cuando le han transmitido desde Zarzuela su deseo de que no acuda el funeral de Isabel II.

Los brazos de los que todo el mundo habla

La definición muscular de Letizia ha ido creciendo con el paso del tiempo. A sus 50 llega con un cuerpo estilizado que tiene en sus brazos su punto más comentado. Pura fibra.

El pelo

Doña Letizia en la actualidad luce así, siendo todo un icono de estilo por su ropa pero también por su peinado, que ha pasado por distintos estilos capilares durante los últimos años.

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