Un cumpleaños diferente en la vida del rey Felipe VI. El pasado jueves el monarca español dio la bienvenida a los 52 años de manera muy distinta a la que nos tenía acostumbrados. Lejos de continuar con los quehaceres de su agenda oficial como normalmente, el Rey decidió tomarse un respiro en su cumpleaños y no atender actos públicos.
Se esperaba que el hijo de Juan Calos de Borbón optara por pasar el día rodeado de la reina Letizia, la princesa Leonor y la infanta Sofía. Pero lo cierto es que Felipe VI ha celebrado su quincuagésimo segundo cumpleaños en compañía de un grupo de amigos con los que ha acudido a un restaurante madrileño especializado en comida española.
Dada la ocasión especial, el restaurante cerró sus puertas de cara al público para que el soberano y sus acompañantes pudieran disfrutar de mayor intimidad. A pesar de que no se encontraran en el lugar ni su mujer ni sus hijas, el Rey no dudó en festejar su cumpleaños junto a su familia cuando la comida llegó a su término. Felipe abandonó el restaurante alrededor de las seis de la tarde con un rostro alegre, fruto del buen ambiente del que había podido gozar junto a sus amigos más cercanos.
Las ‘minivacaciones’ del esposo de la reina Letizia no se alargaron mucho más. Hoy mismo, el monarca ha tenido que ejercer como anfitrión en el Palacio de Zarzuela para recibir a los jugadores y jugadoras de la selección nacional de waterpolo que salieron triunfantes del campeonato de Budapest (oro para las mujeres, plata para los hombres). Tanto Felipe como Letizia recibieron de la mano de los capitanes de ambos equipos equipos unas camisetas con sus nombres a la espalda. Más tarde, todos los presentes posaron para una instantánea que quedaría para el recuerdo de la historia del deporte del país.