Enriqueta Rocasolano: la abuela más desconocida de la reina Letizia

La abuela materna de la reina era todo discreción, de trato amable y cercano y estaba muy unida a su nieta
Enriqueta Rocasolano: la abuela más desconocida de la reina Letizia

Doña Letizia ha sido siempre una mujer muy familiar. Orgullosa de sus raíces, siempre ha mostrado pendiente de toda su familia más cercana, incluso después de entrar a formar parte de la dinastía Borbón, gracias a su matrimonio con don Felipe. Una de las personas más importantes en su vida fue su abuela Enriqueta, tristemente fallecida en el año 2008, y por la que sentía adoración.

Enriqueta Rodríguez Figaredo, Rocasolano de casada, era una mujer normal, ama de casa, esposa de un taxista. Educada, discreta, de trato afable y cercana, siempre se mostró orgullosa de su nieta, a la que tenía en un pedestal. Cuando su marido se jubiló, el matrimonio se mudó a Torrevieja para disfrutar de sus últimos años al sol. Allí recibió muchos veranos a sus nietas, Letizia, Thelma y Erika, a las que les encantaba disfrutar de unos días de asueto junto a sus “yayos”, como cariñosamente les llamaban.

Felipe VI e Enriqueta Rocasolano - Gtres

Con el pasar de los años, la salud de ambos se resintió y se volvieron a Madrid, quedando al cuidado de su hija, Paloma, madre de la hoy reina. Icónica es a imagen de Enriqueta, de color malva, en la boda de su nieta con unas amplias gafas de sol. Aunque se debían a un problema de salud, la abuela, dando muestras de su sentido del humor, dijo en su día que intentaba ir “a la moda”, dando muestra de su buen carácter y cercanía con los medios de comunicación. Tras morir su nieta Erika, Enriqueta y su marido, Paco Rocasolano, se mudaron con su hija a Vicálvaro, al apartamento de doña Letizia. Era el lugar de residencia cuando murió en el 2008.

Recomendamos en