En 1983 Carolina de Mónaco vio cumplido uno de sus grandes sueños: darse el ‘sí, quiero’ con el amor de su vida, el piloto Stefano Casiraghi. Después de varios años de relación, la pareja dio un pasó y celebró un enlace por lo civil, de una manera sencilla, romántica y de lo más especial para ellos, que nada tuvo que ver con su primera boda fallida con Philippe Junot.
Convertida ya en un verdadero icono de estilo, si echamos la vista atrás, podemos redescubrir los mejores looks que llevado Carolina de Mónaco a lo largo de su vida. Como fue el caso de su enlace, donde llevó un elegante vestido menos convencional que es una propuesta perfecta para ser la invitada perfecta de cualquier evento.
La Princesa, que estaba profundamente enamorada de Stefano Casiraghi llegaba a la ceremonia con una sonrisa y rostro de felicidad que no podía ni quería ocultar. Aunque, como era de esperar, su look acaparaba todas las miradas a su llegada. Se trataba de una pieza única y especial perteneciente a la maison Dior, confeccionada en satén en un color champagne, de escote pico y cintura cruzada de corte wrap. Además, la zona de las mangas de murciélago dio ese toque de sofisticación al conjunto. Una tendencia de la época que puso sobre el mapa la diseñadora Diane Von Furstenberg.

Lo mejor de todo es que si quieres hacerte con un diseño similar, Zara ha clonado este vestido y ¡está de rebajas! Al igual que el de Carolina de Mónaco, está realizado en satén, cuenta con un escote pico pronunciado y manga amplia. En la parte frontal, hay un detalle de nudo y cierre en la espalda con cremallera oculta en costura.

Si bien antes costaba 45,95 euros, ahora puede ser tuyo por 29,99 euros desde la talla XS hasta la XL, aunque eso sí, debes darte prisa porque se agotan conforme van pasando los minutos. Además, la firma de Amancio Ortega propone otro color, el fucsia, para darte color a tus días. Precio que no tiene nada que ver en lo que se calculó el que lució Carolina de Mónaco. Se dice que llegó a costar unas 250.000 pesetas. Por otro lado, como accesorios incorporó un pequeño ramo de flores y un lazo a tono con el vestido a modo de diadema.
Desafortunadamente la historia de amor entre Steffano Casiraghi y Carolina de Mónaco llegó a su fin tras la muerte del empresario, que murió el de octubre de 1990 en las aguas de Montecarlo mientras iba a borde de su embarcación Pinot di Pinot, cuando participada en el mundial de off-shore. Fue una ola la que provocó que la embarcación volcara. Patrice Innocenti, su copiloto, sobrevivió al accidente, pero el gran amor de la Princesa murió a los pocos minutos del accidente. Carolina recibió la noticia mientras asistiía a un salón de belleza y guardó luto durante casi un lustro.
Fueron unos amigos en común los que les presentaron. Apenas tenían 25 y 22 años y su historia de amor fue una de las más mediáticas, pero nada hacía presagiar que tendrían este trágico final. Carolina de Mónaco ya se había casado con Philipe Junot y había vivido la muerte de su madre, Grace Kelly, en un accidente de tráfico. Sin duda, no fueron tiempos complicados para la Princesa, que se había marchado a estudiar a Londres. Para Carolina de Mónaco, este romance fue un nuevo comienzo en muchos aspectos. En apenas un año, se quedó embarazada y el 29 de diciembre de 1983 se dieron el esperado ‘sí, quiero’, enlace en el que lució el famoso vestido satinado de Marc Bohan para Dior. En junio del siguiente año nacía su primogénito, Andrea, y dos años después ampliaban la familia con la llegada de Charlotte. El último hijo de la pareja, Pierre, llegó al mundo en 1987.