Su mirada se cruzó en 1961, en el marco de la boda de los duques de Kent. Ella, heredera del rey Pablo I de Grecia y de la reina Federica, él, futuro rey de España. Su cuento de hadas, de luces y sombras, no hizo más que empezar. Doña Sofía y Don Juan Carlos formalizaron su relación el mismo año, casándose seguidamente en 1962. Su llegada al trono llegó 13 años más tarde, con la muerte de Franco, abriendo un nuevo capítulo en la historia de España y por supuesto de su vida.
Su relación, observada al milímetro y comentada hasta la saciedad, se convirtió casi en una leyenda. Pese a su renuncia al trono en 2014 y los últimos años rodeados de polémicas, con una separación latente con la marcha de Juan Carlos a Emiratos, la pareja real sigue siendo motivo de debate y recuerdo, ocupando espacios y reabriendo los capítulos más tiernos de la pareja tiempo atrás, pero también los momentos más oscuros.
A lo largo de estas cinco décadas, su relación vivió infinitos altibajos. Del amor y la confianza inicial, pasamos al rencor, detalles y gestos menos agradecidos. Una serie de pruebas de una relación decadente marcada por infidelidades y desprecios, cuál secretos a voces.
Tal y como lo confirma la experta en Casa Real y periodista Carmen Enríquez, autora de "Sofía, nuestra reina", Doña Sofía ha seguido enamorada de su esposo hasta hoy. Ni las dificultades, escándalos y decepciones han podido acabar con un cariño innegable, y prueba, una vez más, de la elegancia y dignidad que ha mostrado la reina a lo largo de su vida.

Mientras, sus sucesores, el rey Felipe VI y la reina Letizia, se enfrentan a su vez a retos parecidos, entre amor y crisis, a los que se suman algunos más recientes ligados a una extra "mediatización". No podemos negarlo: las redes sociales reparten la información antes de que se cuente de una forma cada vez más imparable. Pero eso, querida lectora, es otra historia.
Hoy recordamos algunos de los momentos claves de la relación dos de los representantes más grandes de nuestra península, Sofía y Juan Carlos, entre confianza y respeto, pasando por desconveniencias y el peso de la responsabilidad. Así evolucionaron juntos los, ahora, reyes eméritos, Juan Carlos I y doña Sofía.
Una pareja inesperada

Su relación se enfrentó, desde un principio, a numerosos obstáculos, entre ellos, las diferencias religiosas. Su unión fue cuestionada hasta casi el último momento.
Unidos

La pareja real, en los primeros años de su matrimonio.
La mirada cómplice

Recordamos la pareja a principios de los años 70, más cómplice que nunca.
Juntos

Sus muestras de cariño en público siempre fueron comedidas, aunque sí presentes en los primeros años...
Magia

Tal y como nos lo recordó la experta en Casa Real y periodista, Carmen Enríquez, la reina ha permanecido enamorada con locura de su marido...
Alegría

Recalcamos de nuevo la cercanía y aparente alegría de la pareja real, tanto en momentos oficiales como más personales...
El peso de la responsabilidad

Don Juan Carlos y doña Sofía, en el más estricto respeto del protocolo.
Su familia, lo primero

Aunque el caso Iñaki Urdangarin haya debilitado la fuerza de sus lazos, los reyes eméritos nunca dejaron de mostrar su apego al sentido de la familia. Sus tres hijos, el actual Rey de España, Felipe VI, Elena y Cristina, fueron uno de los pilares de su matrimonio.
Alegría

Un momento de complicidad compartida, en la boda de su hija Cristina de Borbón e Iñaki Urdangarin, con desenlace, lamentablemente, infeliz.
Apoyo mutuo

El saludo desde el balcón del rey en el marco de la boda de su hijo, Felipe, con Letizia Ortiz, en 2004 fue uno de los momentos más emblemáticos de la pareja.
Respeto

Los reyes, cómplices en la inauguración de la Torre Agbar en el año 2005.