Fuera prejuicios: mitos y verdades sobre el sexo anal

La industria del porno se ha encargado de vendernos el sexo anal como una práctica casi de obligación para el buen sexo. ¿Pero, qué hay de cierto y de mito sobre el sexo anal?
Mitos anal

Ya va siendo hora de dejar los tabús sexuales a un lado: si eres sexualmente activa, es más que probable que alguna vez se te haya pasado por la cabeza la idea de practicar sexo anal con tu pareja. O incluso que te lo hayan propuesto en alguna ocasión, y que hayas accedido y te haya terminado gustando… o no, y que no quieras repetirlo o ni siquiera pensar en darle una oportunidad. ¡Para gustos los colores! La industria de la pornografía, entre otras muchas cosas, se ha encargado de vendernos el sexo anal como una práctica casi de obligación para disfrutar de un buen sexo, aunque en la vida real, esta experiencia sexual tiene tantos amantes como detractores. ¿De qué lado estás tú?

Lo que es cierto, independientemente de cuáles sean tus gustos en la cama, es que hoy en día todavía siguen existiendo muchas dudas sobre el sexo anal que hacen que no todo el mundo esté dispuesto a probarlo o lo vea como algo incluso malo, sucio o peligroso, y que exista un estigma negativo muy extendido sobre su práctica, a pesar de que sea totalmente natural. De hecho, hay muchos mitos y creencias erróneas que se han creado sobre este tipo de acto sexual que ya va siendo hora de eliminar...

¿Qué hay de cierto y de mito sobre el sexo anal? Sea cual sea tu identidad u orientación sexual, tienes derecho a disfrutar del sexo con libertad y de una vida sexual plena. Y para hacerlo de la mejor forma posible, conviene más que nunca informarse y acabar, de paso, con todos los prejuicios y todas las ideas preconcebidas sobre asuntos como éste. Por eso ahora, te vamos a desvelar cuáles son las verdades y las mentiras que rodean al sexo anal, y las claves para que lo disfrutes con salud y en pareja, en el caso de que te apetezca darle una oportunidad en algún momento. ¿Es cierto que practicarlo siempre conlleva un inevitable dolor? ¿Hay riesgo de embarazo al hacerlo? ¿Por qué muchos hombres heterosexuales se niegan a practicarlo? ¡Toma nota de estas respuestas!

La penetración anal es igual que en la vagina. FALSO

La función principal del ano es excretora y su mucosa y musculatura no está preparada como la vagina para la penetración. Así que hay que tener en cuenta una serie de condiciones para tener penetración anal, preparando la zona. El ano es una parte más del cuerpo humano, que de la misma manera que para mucha gente está destinada al olvido por su connotación escatológica, otra encuentra placer en su estimulación.

El sexo anal no es para todo el mundo. VERDADERO

Parece que para tener buenas relaciones sexuales, todo el mundo debe hacer de todo y practicar todo tipo de prácticas, pero no es así. El sexo anal es placentero para algunas personas, pero no tiene por qué serlo para todas. No debemos obligarnos a practicar aquello que no nos atrae o que nos produce rechazo. Esto atentaría contra el deseo y el placer sexual.

Todos los hombres quieren practicar sexo anal. FALSO

Es algo muy extendido pensar que el sexo anal es una práctica deseada por todos los hombres. Realmente no es así. Hay hombres a los que no les atrae, pero no debemos caer en estereotipos facilones.

Las mujeres acceden a tener sexo anal para complacer a sus parejas. FALSO

Este puede ser un motivo, desde luego. Hay muchas mujeres que encuentran satisfacción en el hecho de complacer, pero no deja de ser un estereotipo. Hay muchas mujeres que les gusta, desean y demandan sexo anal porque es placentero para ellas.

Los hombres a los que les gusta recibir sexo anal son homosexuales. FALSO

Esta creencia está muy extendida, pero realmente el ano es una parte erógena del hombre, a través de la cual se accede a lo que se llama Punto P, una parte muy placentera para los hombres. Si relacionamos el placer anal con la homosexualidad, y esto es para nosotros una connotación negativa, no podremos disfrutar libremente de la estimulación anal. De nuevo, la mente es el mayor potenciador del placer, y su vez, puede ser el mayor freno.

El sexo anal duele. FALSO

El sexo anal puede doler si no se hace bien. El ano no está preparado para la penetración, como la vagina, y por ello se debe preparar para la penetración. Debemos empezar por una estimulación con el dedo y luego progresivamente podremos utilizar algún dildo, o el pene. Siempre con mucha lubricación, porque el ano no lubrica como la vagina. Esta estimulación progresiva debe hacerse incluso en varias relaciones sexuales, y siempre dentro del juego erótico de la relación sexual.

El sexo anal debe ser consensuado. VERDADERO

El sexo anal -como cualquier otro- debe ser algo pactado por la pareja. Jamás recurráis al sexo anal a modo de sorpresa o sin avisar. Así puede hacerse mucho daño. Siempre debe ser algo que apetezca a los dos miembros de la pareja y que debe preparase.

Los preservativos para el sexo anal son distintos. VERDADERO

Si pretendemos realizar sexo anal, debemos tener preparados preservativos adecuados para ello. Los preservativos para el sexo anal son más resistentes, y algunos tiene extra de lubricación. Debemos usar un extra de lubricante. Y siempre extremar las condiciones de limpieza.

Con el sexo anal no hay riesgo de embarazo. VERDADERO

Para los/as más despistados, efectivamente, con el sexo anal desaparece el riesgo de embarazo, pero sí hay riesgo de Enfermedades de Transmisión Sexual. Así que siempre protégete en tus relaciones.

Con el sexo anal hay más riesgo de infecciones. FALSO

Cualquier tipo de práctica sexual conlleva el riesgo de sufrir Infecciones de Transmisión Sexual (ITS) si no se utiliza preservativo, no sólo la anal. Es cierto que el conducto rectal está plagado de bacterias de tipo E. coli que pueden causar infecciones de orina y otros problemas, pero si se utilizan métodos de barrera y se mantiene una correcta higiene, estas no deberían causar ningún problema.

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