Cuando se habla de Operación Triunfo, siempre se viene a la mente la oportunidad y la exposición mediática que consiguen los chicos al entrar a la academia. Es, por supuesto, una de las mejores plataformas para aupar una carrera musical, y todos ellos empiezan con un empujón brutal, ya que en 3 meses prácticamente toda España los conoce y se saltan muchos niveles del videojuego para llegar a sitios, donde otros artistas tardan años en llegar.
¿Pero es realmente todo tan positivo como cuentan? Obviamente no. También hay una cara mala de la moneda, que no suelen mencionar, pero que evidentemente existe. Con esto nos referimos, entre otras cosas, a los contratos que los concursantes tienen que firmar antes de entrar a la academia más famosa de España.

Aunque son confidenciales y no tenemos acceso a las cláusulas concretas de cada contrato, las bases del concurso son públicas, y de aquí ya podemos sacar muchas conclusiones de los entresijos que se manejan.
En primer lugar, sabemos que los triunfitos se comprometen a firmar un contrato de trabajo, cobran un sueldo y pueden cotizar en la Seguridad Social. Sin embargo, se hace bajo un régimen legal especial para artistas, lo que permite la dinámica de expulsar a un participante semanalmente. Tras salir de la academia, se espera que firmen otros cuatro documentos, incluyendo un contrato discográfico, de edición, de representación y de gira, atando todos los aspectos de sus respectivas carreras.
A pesar de las condiciones aparentemente rigurosas, hay debate entre los expertos sobre si los contratos son realmente leoninos o no. Algunos argumentan que a cambio obtienen la visibilidad y la plataforma de lanzamiento que brinda el programa, por lo que, de alguna manera, está justificado.
Además, se sabe que tras el primer año, los contratos pueden ser revisados y, en algunos casos, los márgenes de beneficios pueden mejorar.
Sin embargo, se destaca la importancia de obtener asesoramiento legal y estratégico, especialmente antes de firmar cualquier documento, para evitar sorpresas y asegurar que se comprendan las implicaciones de participar en Operación Triunfo.
La productora del programa, Gestmusic, asegura que no hay letra pequeña y que todos los concursantes entran al programa con pleno conocimiento de las condiciones, puesto que reciben asesoramiento antes de firmar cualquier contrato.
¿Y tú qué opinas? ¿Lo firmarías todo por cumplir tu sueño?