Cómo poner limites me ayudó a quererme más a mí misma y fomentar mi autoestima

Los beneficios de establecer límites son inmensos. No solo promueve un mayor autoconocimiento y respeto por uno mismo, sino que también fortalece nuestra autoestima y promueve relaciones más saludables y satisfactorias.
mujer autoestima

Desde que era pequeña, siempre tendí a ser una persona complaciente, a no causar problemas y a poner las necesidades de los demás por encima de las mías. Esta mentalidad, aunque bien intencionada, me llevó a descuidar mi propio bienestar y a ignorar mis límites personales. Sin embargo, con el tiempo, me di cuenta de que esta actitud solo contribuía a socavar mi autoestima y a minar mi felicidad interior.

Cómo poner limites potenció mi autoestima - Getty Images/Westend61

Fue entonces cuando descubrí el poder transformador de poner límites. En psicología, aprender a establecer límites se trata de expresar claramente nuestras necesidades y deseos, mientras también reconocemos y respetamos las necesidades de los demás. Es un acto de amor propio, una manera de establecer fronteras saludables que nos protegen de ser maltratados o explotados, al tiempo que nos permite priorizar nuestras propias necesidades y bienestar.

Poner límites no es ser egoísta; es un acto de autenticidad y autoafirmación. Es un compromiso que hacemos con nosotros mismos para preservar nuestra integridad emocional y mantener relaciones saludables y equilibradas.

Los beneficios de establecer límites son inmensos. No solo promueve un mayor autoconocimiento y respeto por uno mismo, sino que también fortalece nuestra autoestima y promueve relaciones más saludables y satisfactorias. Al poner límites, estamos potenciando nuestro bienestar personal y cultivando una mayor seguridad en nosotros mismos y en nuestras decisiones.

Para mí, aprender a establecer límites fue un proceso gradual y transformador. Aquí os presento algunos pasos clave que me ayudaron en este viaje hacia el amor propio y la autoestima:

1. Identificar mis límites: Antes de poder establecer límites efectivos, tuve que conocer y comprender mis propias emociones, necesidades y límites personales.

2. Aceptarme a mí misma: Aprendí a brindarme mi propio afecto y aceptación, reconociendo que la verdadera aceptación proviene de dentro de mí misma, no de la aprobación externa.

3. Respetar mis propios límites: Establecí acuerdos personales conmigo misma y me comprometí a respetar mis propias necesidades y deseos, incluso cuando eso significaba decir no a los demás.

4. Aprender a decir no: Aprendí a expresar mis límites de manera asertiva y respetuosa, reconociendo que decir no es un acto de autoafirmación, no de rechazo hacia los demás.

5. Tomar decisiones auténticas: Asumí la responsabilidad de mi propia vida y tomé decisiones basadas en mis propios valores y deseos, sin depender de la aprobación externa.

Además, aprendí la importancia de respetar y aceptar los límites de los demás, reconociendo que todos tenemos derecho a establecer fronteras saludables en nuestras vidas.

Poner límites ha sido un proceso liberador y empoderador para mí. Me ha permitido cultivar una mayor autoestima, fortalecer mis relaciones y vivir una vida más auténtica y satisfactoria. A través de este viaje, he descubierto el amor propio y la valentía interior para defenderme y priorizar mi bienestar emocional. Y aunque el camino puede ser desafiante, cada paso que doy hacia el establecimiento de límites me acerca más a una vida de autenticidad y plenitud.

Recomendamos en