Con estas seis estrategias logré esquivar la procrastinación y conseguí ser más productiva (y feliz)

Aquí comparto mi viaje personal hacia el éxito, adoptando estrategias concretas para vencer la procrastinación y alcanzar mis metas.
mujer trabajo

Procrastinar puede considerarse un arte sutil de autoengaño, donde uno se convierte en víctima y verdugo de sus propias excusas. Yo solía caer en esta trampa, postergando tareas importantes hasta el último momento, solo para enfrentarme al estrés y la culpa de no haberlas completado a tiempo. Pero decidí tomar las riendas de mi productividad y enfrentar el desafío de la procrastinación con determinación. Aquí comparto mi viaje personal hacia el éxito, adoptando estrategias concretas para vencer la procrastinación y alcanzar  metas.

Trabajo de oficina - Getty Images

Cómo dejar de procrastinar 

Comprender la Procrastinación: Según los expertos, la procrastinación es el retraso innecesario de tareas importantes, alimentado por la incapacidad de manejar emociones negativas asociadas con esas tareas. Para mí, procrastinar solía ser una forma de evitar enfrentarme a trabajos difíciles o aburridos, sumergiéndome en distracciones superficiales en lugar de abordar mis responsabilidades.

Practicar la Autocompasión: Uno de los primeros pasos que di para superar la procrastinación fue aprender a tratarme con amabilidad y comprensión. En lugar de castigarme por postergar tareas, practiqué la autocompasión, reconociendo que no estaba solo en esta lucha y que podía cambiar mis hábitos con paciencia y esfuerzo.

Encontrar un propósito: Aprendí que las tareas carecen de motivación cuando no tienen un propósito claro. Por eso, empecé a acompañar cada tarea con una razón significativa para llevarla a cabo. Esto me ayudó a conectarme emocionalmente con mis responsabilidades y a encontrar la motivación necesaria para enfrentarlas.

Dividir para conquistar: Una de las lecciones más valiosas que aprendí fue dividir las tareas abrumadoras en partes más pequeñas y manejables. En lugar de sentirme abrumado por la magnitud de un proyecto, me enfoqué en abordar cada pequeña tarea, sintiendo el impulso motivador que venía con cada pequeño logro. Aquí puedes consultar algunas herramientas de gestión del tiempo que me ayudaron a alcanzar mi ideal de productividad. 

Priorizar y eliminar distracciones: Reconocí que las distracciones eran mi peor enemigo en la batalla contra la procrastinación. Por lo tanto, me esforcé por crear un entorno de trabajo libre de interrupciones, eliminando notificaciones de dispositivos electrónicos y evitando situaciones que pudieran desviar mi atención de mis objetivos.

Recompensar el Esfuerzo: Finalmente, descubrí el poder del Principio de Premack, donde premiaba el cumplimiento de tareas con pequeñas indulgencias. Estas recompensas actuaron como incentivos poderosos, motivándome a completar mis responsabilidades con entusiasmo y determinación.

Mi viaje para vencer la procrastinación no fue fácil, pero cada paso que di me acercó un poco más a mis metas. A través de la autocompasión, la claridad de propósito y la disciplina, transformé mi relación con el trabajo y encontré una nueva sensación de logro y satisfacción en mis logros. Si yo pude hacerlo, tú también puedes. Así que adelante, enfrenta la procrastinación con valentía y descubre el poder de tu propia productividad.

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