Anna Ferrer Padilla es famosa desde que nació, debido a que es hija de Paz Padilla , uno de los rostros televisivos más conocidos del panorama nacional. Sin embargó, ella consiguió posicionarse como una de las influencers con más prestigió en España sin necesidad de hablar de su vida privada. La naturalidad y pasión por la moda y la belleza de Anna fue lo que llegó realmente a su público.
A pesar de que se ha limitado a contar su privacidad en ocasiones contadas (como cuando rompió con su pareja Iván Martín , quien la creadora de contenido consideraba una de las personas más importantes de su vida.

Todo comenzó cuando Anna hacía, tres años después, un repaso de su cuarentena en 2020, el momento en el que la enfermedad de Antonio se agravó: “Tengo buen recuerdo de esa época en el que nos pudimos despedir de él con mucho tiempo de calidad, los tres solos disfrutando de nuestra compañía, cosa que en ninguna otra circunstancia hubiéramos podido hacer”, empezaba escribiendo Anna Ferrer Padilla antes de decir que, aunque ojalá no hubiese sido una despedida, no dependía de ellos. Pero lo que sí estaba en sus manos fue hacerlo con cariño y amor, “y nosotras decidimos hacerlo con cariño y amor, y disfrutando de cada segundo juntos” dice la influencer.

Anna cuenta que durante esos meses, se repetía a sí misma que ojalá le hubieran dicho antes que Antonio se iba a morir para haber aprovechado más el tiempo. Desde entonces, la joven asegura que disfruta el triple de los ratos con su familia y amigos. “Soy 100% consciente de que mañana es muy posible que ya no estén. Y así deberíamos vivir siempre, teniendo en mente que puede ser el último día. No con agobio ni mucho menos, pero sí disfrutando de cada minuto, no dejando cosas para mañana... viviendo más”, concluye la reflexión que ha compartido con sus seguidores sobre la muerte de Antonio Vidal.
