Regular pulseras o collares es algo relativamente fácil porque suelen traer varias argollas preparadas para que hagamos más grande o más pequeña la joya en función de cómo nos guste más. Sin embargo con los anillos la cosa es más difícil. Si nos queda pequeño no hay nada que podamos hacer: nuestro dedo no va a adelgazar mágicamente -ni falta que hace-.
Como mucho podemos integrarlo en algún collar o pulsera. Pero si nos queda grande, algo que también suele ocurrir con frecuencia, no todo está perdido. Por un lado podemos acudir a una joyería a que nos lo haga más pequeño, aunque esto es algo que solo está disponible para algunos materiales concretos.

Y por otro lado tenemos la opción más low cost y menos invasiva para el anillo: utilizar un regulador de plástico. Es un truco fácil y sencillo en el que no tenemos que gastar prácticamente dinero, porque son súper baratos. Podemos encontrarlos desde tiendas online como Shein hasta en Parfois o Amazon. Mira que bien funcionan:
Cómo ponernos anillos grandes y que no se nos caigan
Se trata de unas pequeñas tiras de plástico y goma que debemos enrollar alrededor del anillo. Éstas actuarán como una especie de segunda capa, haciendo el anillo en sí más pequeño y evitando que se nos caiga.
Adaptador de anillo de Parfois

Si no quieres esperar a que llegue el pedido online y quieres comprarlo en una tienda física en Parfois tenemos este pack de cuatro adaptadores por 2,99 euros.