Sobre las seis y media de la tarde daba comienzo la alfombra roja de los Premios Goya 2023. Entre los asistentes se encontraba la directora de cine Isabel Coixet, que ha decidido posar de frente y de espaldas a los fotógrafos por un motivo muy especial. La cineasta ya lo adelantaba en sus redes sociales, donde explicaba con todo lujo de detalles el motivo de su look. "Hoy me han preguntado unas 100 veces “de quien voy a ir esta noche”. La verdad es que voy a llevar una chaqueta negra de una tienda de segunda mano ( 15 euros) , pintada por @elenza con la cara de #mashaamini y #womanlifefreedom . Elena puso “women” en vez de “woman” que sería el hagstsg correcto , pero en la vida hay que abrazar los errores y además me gusta eso de “mujeres”. Y llevo una chaqueta de segunda mano para que no se nos olvide que lo importante no es la alfombra roja, la ropa, las marcas, el “glamour”, el maquillaje, la fanfarria: lo importante es lo que hacemos , lo que se proyecta en una pantalla. Lo demás…al que le guste estupendo, y al que no, no pasa nada. No nos creemos obligaciones superfluas ni mas presiones que las que hay. Relajémonos un poquito. O mucho. #goyas2023 #goyas2023sevilla", escribía Isabel junto a una imagen de la chaqueta que iba a lucir en el evento.
Dicho y hecho. Coixet se ha lanzado a la alfombra roja enfundada en un estilimo reivindicativo. La directora lucía una chaqueta customizada que apoyaba la libertad para las mujeres. Isabel ha culminado su look con el bolso Kusama de Louis Vuitton, tratándose de la segunda colaboración de la firma con la artista japonesa Yayoi Kusama. La directora asiste a los Premios Goya 2023 con una nominación a Mejor documental por El techo amarillo.

El documental de la directora también trata sobre la libertad de la mujer. "En 2018 un grupo de nueve mujeres presentaron una denuncia contra dos de sus profesores del Aula de Teatro de Lleida por abusos sexuales ocurridos entre los años 2001 y 2008, cuando eran unas adolescentes. Fue demasiado tarde. Por miedo, por vergüenza, porque tardaron mucho tiempo en entender y digerir lo que había pasado, la denuncia llegó cuando el caso ya había prescrito y se archivó. Lo que no sabían es que a pesar de que el caso había prescrito, sus testimonios estaban abriendo una puerta en la que a lo mejor no todo estaba perdido", se puede leer en la sinopsis de la obra de Isabel Coixet.

La 37 edición de los Premios Goya se ha teñido de negro tras la muerte de Carlos Saura. El director de cine falleció ayer a los 91 años, un día antes de recibir el Goya de Honor que recogerá hoy su mujer, Eulalia Ramón, que dedicó unas palabras a su marido: "Se ha ido a lo grande, cuando se tenía que ir. Se ha ido tranquilo. Le he puesto la canción de Por qué te vas y le he dicho que no estaba solo y que nunca iba a estar solo. Se ha ido en paz, tranquilo y con mucho amor". La viuda del director explicó que en sus últimos días de vida le dictó una carta en la que ella mismo escribió sus últimas voluntades, ya que quería dejar todo bien atado, y entre otras cosas le pidió que asistieran a la gala de esta noche. "Él quería por encima de todo que sus hijos y yo leyéramos y recogiéramos el Goya y lo vamos a hacer porque era su deseo. Estamos muy agradecidos porque sabemos que le quieren mucho y que hay gente que ha vivido con él cosas increíbles y que han podido disfrutar de su inteligencia y su imaginación. Vamos a acudir al evento para leer las sus últimas palabras en las que él se siente como una estrella en el cosmos", explicaba Eulalia. Sin duda, va a ser la edición más complicada y emotiva para la familia de Carlos Saura y para todos los miembros del mundo del cine que tanto apreciaban al director.