Han pasado más de dos décadas de la muerte de la princesa Diana. El 31 de agosto de 1997 se paralizó el mundo entero. Nada hacía presagiar que ese sería el último día que se vería con vida a Lady Di, precisamente cuando volvía a rehacer su vida alejada de la Familia Real británica. El puente del Alma de París fue el enclave en el que perdió la vida junto a su pareja, Dodi Al-Fayed.

Tras lo ocurrido, son varias las teorías que han girado en torno a su muerte. La versión oficial y que todo el mundo conoce es que la princesa de Gales cenó en el lujoso hotel Ritz de la capital francesa junto al empresario egipcio. Después de la velada, la pareja se subió a un Mercedes S280 negro del que nunca llegaron a bajar. El vehículo impactó contra un poste del túnel ubicado cerca del río Sena mientras intentaba huir de los paparazzis. En el veredicto final, se señaló también que el chófer conducía alcoholizado en el momento del impacto.
Diana no murió al instante, pero sí Al-Fayed y el conductor, Henri Paul. La Princesa fue trasladada al Hospital de la Pitié-Salpêtrière, donde perdió la vida horas después tras varios intentos por reanimarla. En medio de esta tragedia que sigue estando de actualidad tras las grabaciones de la sexta y última temporada de la serie de The Crown donde se tratará este episodio, quedó con vida un único supervivientes: el guardaespaldas, Trevor Rees. Sin embargo, y pese a que esta historia es la que se conoce como oficial, hay varias teorías que apuntan a que la muerte de Diana Spencer no se produjo de manera casual. Una conspiración que sigue estando presente 25 años después de su muerte.

Salió a la luz una nota que presuntamente la madre de los príncipes Guillermo y Harry predecía su fatal desenlace. En el escrito indicaba que, el actual Rey de Inglaterra, el Rey Carlos III planeaba matarla en un accidente de coche. Este escrito se lo entregó Diana a su mayordomo, Paul Burrell, diez meses antes de su muerte. “Estoy sentada aquí en mi escritorio, en octubre, esperando que alguien me abrace y me ayude a seguir fuerte y con la cabeza en alto. Esta fase particular de mi vida es la más peligrosa. (...) Mi esposo está planeando un accidente con mi automóvil. Un problema con los frenos y una herida seria en la cabeza le despejarían el camino para que se pueda casar con Tiggy (la niñera de sus hijos). Camilla (Parker Bowles, actual esposa de Carlos) no es más que una trampa. Todos somos utilizados por este hombre en cada sentido de la palabra”, se podía leer en la carta.

Según Mohamed Al-Fayed, padre de Dodi, afirmó que Diana estaba embarazada en el momento del accidente que acabó con su vida. Una buena nueva que no iba a ser bien recibida por la Familia Real británica, ya que “no podían aceptar que un musulmán egipcio algún día sería el padrastro del futuro rey de Inglaterra”, ya que Guillermo es el heredero al trono británico tras la muerte de la reina Isabel II, fallecida el 8 de septiembre de este mismo año. No todo quedó en una simple afirmación por parte del empresario que también había perdido a su hijo, ya que acusó a la monarquía y a los servicios de inteligencia británicos, de haber desencadenado el accidente de coche. El informe oficial de las autoridades británicas indicó que “hay "evidencia abrumadora de que la princesa de Gales no estaba embarazada y que tampoco creía que lo estuviera". Además, que no hay “prueba alguna ni de familiares, amigos, confidentes u otros asociados a la princesa sobre un anuncio" de un compromiso.
Otra de las teorías conspiratorias señalaba que la ruta que siguió el coche desde el Hotel Ritz hasta el apartamento de Dodi Al-Fayez no era la usual, ya que deberían haber tomado una salida antes de entrar al túnel donde se produjo el trágico episodio que cambió para siempre la historia de la Corona británica. Según apunta esta teoría (que no es la oficial), la participación del servicio británico intervendría por orden del príncipe Felipe, el difunto Felipe de Edimburgo. Aunque esta hipótesis fueron tan solo rumores.
Fueron tantas las teorías que circularon y que siguen estando presentes en la actualidad, que se abrió en 2004 una investigación denominada como la Operación Paget, con el fin de analizar las teorías conspirativas en torno a la muerte de Diana de Gales. El primer informe se publicó en diciembre de 2006 y otro en 2008, en el que un jurado emitió un veredicto de homicidio involuntario por parte del conductor del coche y de los paparazzis que iban persiguiendo a la Princesa.