El blush, ese imprescindible toque de color tan sutil como imprescindible, suele ser una gran fuente de errores en muchas mujeres. Para empezar, algunas directamente obvian su uso alegando que ya tienen color, cuando su función es más iluminadora y para dar forma al rostro que para broncear. El segundo error es su aplicación incorrecta, no atendiendo a los ángulos de cada una y distribuyéndolo de forma errónea impidiendo sacar todo su partido. Para evitar que esto suceda de nuevo, hemos consultado con un experto en el tema, el maquillador oficial de Maybelline, Gato, que nos ofrece unos consejos tan profesionales como sencillos para no equivocarnos más con el colorete.Lo primero que debemos tener en cuenta es la forma de nuestro rostro:*Si es alargado, usaremos el colorete de manera horizontal, desde el centro de la mejilla hasta la oreja para cortar la verticalidad del rostro.* Cuando nuestra cara es delgada y huesuda, el colorete hemos de aplicarlo en el centro de la mejilla y de manera circular. Así conseguiremos un 'efecto buena cara' y endulzaremos nuestros rasgos.* Las caras redondas usarán el blush de manera vertical, trazando una línea imaginaria desde la comisura del labio hasta la sien. Recordemos que esa línea en efecto es imaginaria por lo que sólo empezaremos a aplicar el color desde la mitad de la mejilla hacia fuera.No nos olvidemos tampoco de adecuar el colorete a nuestro tipo de piel. Por ejemplo, la piel seca deberá optar por las texturas en mousse porque aportarán frescura y confort a las mejillas. Gato nos recomienda la Dream Mousse Blush de Maybelline.Por su parte, los coloretes compactos se adaptan a todas las pieles aunque resultan ideales para las mixtas o grasas. Esta temporada acaban de lanzar el maravilloso Mineral Blush, ligero y muy natural. Por último, adaptaremos el tono del colorete al de nuestra propia piel y cabello:Tonos rosas para las rubias y las pieles más claras.Tonos marrones y tostados para las morenas.Tonos afrutados para pieles cetrinas.
