Ahora que su cuñada Estefanía está embarazada le es muy fácil pasar desapercibida, pero en Luxembrugo, la princesa Claire fue en su día la gran esperanza del ducado. Casada desde 2013 con el príncipe Félix, el segundo hijo de los Grandes Duques del ducado, la joven alemana ha tenido un gran protagonismo en los últimos años pues al ser madre de dos hijos, llegaron a ser vistos como los posibles sucesores en caso de que el primogénito y su esposa no tuvieran descendencia. Sin embargo, tal posibilidad se ha esfumado por completo, algo que parece no importarle a esta casi desconocida princesa, que es mucho más que una simple mujer florero.

Nacida bajo el nombre de Claire Margareta un 21 de marzo -solo un día de diferencia con su suegra, la Gran Duquesa María Teresa - en Filderstadt, Alemania, en el seno de una familia importante de la ciudad, la joven nunca soñó con ser princesa. Desde pequeña se mostró intrépida e independiente y al contrario de muchas hijas de matrimonios similares, sus padres le regalaron una gran libertad de movimientos, lo que fomentó que ella misma forjara su propria historia, su proprio destino. Tras vivir unos años en Atlanta, Estados Unidos, con sus padres, en 1999 la familia se volvió a Alemania y, años más tarde, Claire se mudó a Suiza para estudiar en el prestigioso internado International Alpin Beau Soleil. Allí conoció al que hoy es su marido mientras ambos estudiaban. Una situación de lo más curiosa y que la acerca a sus suegros, que también se conocieron en similares circunstancias.

Tras años sin relación, ambos volvieron a coincidir en el 2008 en el Pontificio Ateneo Regina Apostulorum de Roma, donde estudiaron un master de Bioética. Desde entonces no se han vuelto a separar y en el 2013 se dieron el “si quiero”. En el 2014 el matrimonio tuvo a su primera hija, la princesa Amalia, y en el 2016, al príncipe Liam. Aunque muchos monárquicos de Luxemburgo apostaron por la pareja como sucesores del heredero y su esposa, al no tener estos descendencia -ahora, por fin, Estefanía está embarazada tras 7 años de matrimonio- la pareja siempre preció ajena y relajada ante esa presión. Tal es así que lejos de querer vivir en la corte del Gran Ducado, Claire, Felix y sus hijos viven en un castillo en el sur de Francia, propiedad de la familia de ella y donde producen su proprio vino. Para muchos será una princesa destronada pero a ella poco le importa porque es la auténtica reina de su casa. Felicidades, Alteza.