Carolina de Mónaco, como digna heredera de Grace Kelly, fraguó desde su juventud un idilio con el mundo de la moda que perdura hasta el momento. Su estilo ha evolucionado a lo largo de los años, generando una dualidad entre sus apariciones en actos oficiales y su vida privada. En ambos casos, ha mantenido un estilo personal y se mueve de forma natural entre el casual y la elegancia, sin perder un ápice de glamour.

Carlota Casiraghi, hija de Carolina de Mónaco y nieta de Grace Kelly, es una de las grandes esperadas en las alfombras rojas. Embajadora de firmas de lujo como Gucci o Chanel, mantiene un estilo trendy y otorga a las prendas un toque personal que le han hecho convertirse en una gran prescriptora de estilo. Mantiene en el día a día un estilo de streetstyle con aires confortables y el uso de prendas amplias y deportivas que le dan un aspecto fresco y juvenil, lo que no le impide adaptarse a la etiqueta requerida en relevantes citas sociales, generando interesantes y arriesgadas mezclas en el uso de prendas y complementos.
En el homenaje al diseñador Karl Lagerfeld, Carlota Casiraghi junto a su madre Carolina de Mónaco lucieron dos diseños de Chanel. La Princesa llevó un look compuesto por un pantalón recto negro y una blusa blanca con cuello claudine, acabado en el característico lazo de raso negro de la casa Chanel y las mangas abullonadas de la camisa se rematan en el puño con volante fruncido. La combinación del blanco y negro elegida para la ocasión por Carolina, representa una de las señas de identidad en la carrera del diseñador.

Carlota, por su parte, eligió un vestido negro de escote cuadrado con lazada y mangas capeadas en gasa. La falda, de largo midi, combina el raso de seda con godets con transparencias que dan amplitud a partir de la cadera.

Carlota sorprende en ocasiones mostrando looks más arriesgados de los que tradicionalmente se esperaría de una royalty. En la Gala MET de 2018 lució un vestido mini asimétrico, con estampado de estrellas, y unas botas con plataforma de Saint Laurent. El look tenía un aire rockero propio de los códigos del director creativo Anthony Vaccarello, al que eligió también para la alfombra roja del Festival de Cannes con una creación de estética similar.

La gala MET de 2016 fue otro de los escenarios en los que Carlota sorprendió con un vestido multicolor de Alessandro Michele para Gucci. Un look con volantes a capas y escote en encaje en color natural.
Carolina de Mónaco, por su parte, ha sido pionera en explorar el uso de nuevas siluetas y materiales. En este caso, la silueta oversize que repite con frecuencia y que parece haber inspirado a marcas como Balenciaga o Maison Margiela.
Lo mismo ocurre con el estilo puffy que ya llevaba en la década de los ochenta representado en esta ocasión con un plumas en naranja vivo que recuerda a marcas actuales como Moncler.

Para su enlace matrimonial con Philippe Junot, la Princesa eligió un dos piezas de estilo romántico firmado por Dior, del diseñador Marc Bohan. Realizado en georgette de seda, consta de un cuerpo con manga larga acampanada, escote redondo y falda de gran volumen fruncida en cintura y acabada en bordado. Este vestido sirvió de inspiración para su hija Carlota en la elección del vestido nupcial en su boda con Dimitri Rassam en 2019.
Son pocas las ocasiones en las que se encuentran similitudes estilísticas entre madre e hija. Carlota tiene un estilo ecléctico y desenfadado con llamativas variaciones y looks sorprendentes en los que se mezclan sofisticación y atrevimiento.
Carolina de Mónaco ha sido y es una gran inspiración para el mundo de la moda. Con un estilo clásico y atemporal se ha convertido en un referente en moda. Sus apariciones públicas con looks impecables generan un imaginario sobre su figura y un estilo propio que recuerda al de su madre, Grace Kelly.