¿Alguna vez has sentido que te 'cortaban el rollo' cuando te pedían abandonar el cóctel de una boda para entrar en el salón y sentarte a cenar? ¿O que ya has comido lo suficiente como para enfrentarte a un menú de tres platos (mínimo) y postre? Esto no ocurre nunca cuando el cóctel de la boda es la propia cena.
Una cena de cóctel o buffet es el formato indicado si lo que buscas es una celebración más informal en la que se sirvan diferentes tipos de comida y de bebida, y que tus invitados seleccionen qué es lo que quieren cenar y cuándo hacerlo. Se puede organizar como un cóctel tradicional en el que los camareros ofrecen diversos platos en formato pincho o bocado, acompañado por puestos de comida en los que se cocinan y sirven platos más elaborados. El resultado en cuanto a cantidad de comida es similar al de un menú que se sirve en un salón, pero en este caso prima la libre circulación de platos y de asistentes al evento. Su duración también suele ser mayor que la de un cóctel tradicional que precede a una cena.
1. Los invitados eligen qué es lo que quieren comer y beber. Tienen la oportunidad de probar pequeñas cantidades de bastantes platos diversos y lo ideal es organizar esta cena en diferentes fases, al igual que en un menú tradicional. El objetivo es ofrecer siempre algo nuevo a los invitados, que decidirán qué probar en todo momento, y asegurarte de que no beben con el estómago vacío, por lo que estas fases deben prolongarse bien entrada la noche con diferentes propuestas.
2. Personalización de los espacios. Es posible que necesites invertir menos presupuesto en decoración - mantelería, flores, adornos - y, al mismo tiempo, la posibilidad de organizar con mayor libertad mesas de diferente capacidad (sin asignación de asientos) para aquellos invitados que quieran descansar o comer sentados. Al menos la mitad de los invitados deberían tener un sitio en el que sentarse si así lo deciden.
3. Los invitados pueden mezclarse en diferentes grupos, algo que resulta más complicado en una cena con un seating organizado y en la que el espacio libre disponible está reservado para la movilidad de los camareros encargados de servir el menú. En una cena de cóctel o buffet, la convivencia entre todos los invitados está asegurada, ya que tienen la oportunidad de moverse libremente durante la noche, en vez de relacionarse solo con las personas de su mesa.
4. Una cena tipo cóctel y buffet también permite una mayor libertad a los novios a la hora de organizar todas las tradiciones de la boda a su gusto.
5. Un buffet permite adaptar todo el menú a la personalidad de los novios, a sus tradiciones, o a sus costumbres familiares con más facilidad que un cena de menú cerrado de mesa y mantel. Normalmente existe una mayor variedad y creatividad al contar con mesas de comida temáticas y platos que se cocinan en el momento y a demanda de los invitados, como carnes y pescados a la brasa, por ejemplo.
6. Esta opción es perfecta para las parejas de novios menos tradicionales. Pero también para aquellos que valoran cada detalle, ya que un cóctel o buffet puede ser tan sofisticado o relajado como se desee. También permite que los fotógrafos capturen momentos mucho más naturales de los invitados.
