Al igual que la tradición de el baile de los novios (y recomendamos alguna de estas canciones para hacerlo), la tradición de llevar ramo de novia se remonta siglos atrás, situando su origen en la costumbre de las novias de portar hierbas aromáticas, como tomillo, eneldo o ajo, para alejar a los malos espíritus y atraer a la buena suerte y la felicidad para la pareja. Otra costumbre parecida era atarse a los tobillos y muñecas flores aromáticas.
Sería en la Edad Media cuando las flores empezaron a ser el elemento elegido para componer los ramos de novias, aunque por una razón menos romántica de lo que podamos pensar. En aquellos tiempos la higiene y el baño no eran precisamente hábitos que se cuidaran mucho, a lo que hay que sumar que las bodas solían celebrarse en los meses de calor (primavera/verano) y que las novias portaban unos recargados vestidos. Todo ello llevó a buscar una solución práctica para esconder el olor corporal. No obstante, la historia también desvela que el ramo de flores también ha sido en otras épocas una particular manera de transmitir un mensaje a la persona amada, a través de la elección de las flores por sus significado.
La rosa roja es símbolo universal del amor y la pasión, pero también del respeto. La rosa rosa trasmite aprecio y cariño, la rosa amarilla satisfacción y alegría, y la rosa blanca es muy utilizada para los ramos de flores porque además de demostrar pureza e inocencia significa que durará toda la vida. La peonía, por su belleza, su fragancia dulce, y larga duración es una de las flores preferidas por las novias. Procede de Asia y simboliza un matrimonio feliz y buena fortuna. El ranúnculo es una flor de gran expresividad y puede encontrarse en varias tonalidades. En el lenguaje floral regalar ranúnculos significa adular a la otra persona “eres radiante y encantadora”, “estás llena de encanto”. En color blanco dice “has seducido mi corazón”.
Estaremos pendientes de los ramos de novia que se escogerán para las próximas bodas de 2019. En Lovely Pepa nos imaginamos algo muy femenino y coqueto, a Sandra Gago nos la imaginamos de novia con algo silvestre y con toques diferentes, y en María Pombo visualizamos algo más clásico. ¡Lo veremos este año!
Silvestre
Tendencia que se ha puesto de moda desde hace pocos años.

Fresa y nata
La combinación de colores rosa y blanco en una misma flor.

Peonías y rosas de pitiminí
El ramo de novia clásico es en blanco puro, y esta combinación de flores es estupenda.

Lavanda
Meter lavanda en un ramo es un detalle que nos chifla para las bodas de verano. Combinado con las rosas de pitiminí es todo un acierto.

Mezcla permanente
Y es que hay combinaciones de flores que perdurarán de por vida porque son estupendas para secar.

Con sabor
Y es que no hay nada como meter unas bayas rojas a un ramo como para darle un aspecto afrutado.

Como una acuarela
A todo color, perfecto para novias alegres y versátiles.

Mini ramo
Una opción muy válida para las que no quieren que el ramo les quite protagonismo.

Rosas de pitiminí
Una opción ideal y original con la que pocas novias se atreven,

Pintoresco
Meter hortensias, aunque sean verdes, hace del ramo algo muy pintoresco. ¡Nos chifla!

Tonos otoñales
Esos colores que nos recuerdan al otoño, perfecto para las novias que eligen esta estación para casarse.

Original
La combinación de flores clásicas como las rosas con flores silvestres hace que sea un ramo súper original.

Colores llamativos
La idea de mezclar un rosa fucsia con un azulón nos gusta, sobre todo para novias que eligen la temporada estival para dar el ¡sí quiero!

La preferida por las novias
La flor más elegida por las novias son las peonías. Estas en tono rosa palo nos encanta.

Toque borgoña
Aquellas novias que ambientan sus bodas en el vino, deberían atreverse con el color borgoña en su ramo.

Con cascada
Para novias atrevidas.

Muy femenino
Este ramo en tonos rosa pastel es de lo más femenino y chic que puedes elegir.

Peonías XXL
¡Brutal! Nos alucina este ramo con peonías enormes.
